Un simposio internacional tendrá lugar del 26 al 28 de mayo en Cotonú, la capital económica de Benín, para el lanzamiento de la Iniciativa Africana de la Educación la Paz y el Desarrollo para el Diálogo Interreligioso e Intercultural, según anunció el jueves el profesor Albert Tévoédjrè, Presidente del Centro Panafricano de Perspectivas Sociales (CPPS).

«Esta iniciativa de diálogo interreligioso tiene como objetivo contribuir a la promoción de la paz duradera en África, haciendo de este diálogo interreligioso e intercultural una prioridad, tomando Benín como punto de apoyo».

Se tratará, explicó, de construir relaciones de confianza entre los seguidores de diferentes religiones con el fin de obtener un «mejor conocimiento y mejoras sustanciales» de las respectivas diferencias y así construir juntos una sociedad de desarrollo y de paz.

«La iniciativa del diálogo interreligioso permitirá promover el intercambio de experiencias de vida entre cristianos y musulmanes y también de seguidores de otras religiones».

Para el Prof. Albert Tévoédjrè, este proyecto está llamado a servir a la causa de la paz a través de actividades destinadas a fortalecer la «convivencia» de la gente a nivel regional e internacional.

Él se encargará de estudiar en lo sub-regional, africano e internacional las diferentes facetas de los extremismos religiosos y proponer enfoques para obtener las soluciones más eficaces en función de los casos específicos que se hallen involucrados.

«El diálogo interreligioso e intercultural es ahora, una de las posibles soluciones a los brotes extremistas que han empañado el continente africano y otras partes del mundo», aseguró

De acuerdo con él, si aunque con la excepción de Nigeria, los países del Sahel y del Cuerno de África, los otros estados africanos no son objeto de amenazas terroristas inmediatas y directas, sólo con los acontecimientos recientes, todos los países africanos tienen una serie de características que podrían hacerlos vulnerables a caer bajo este flagelo transnacional.

«El extremismo religioso, en general, se desarrolla en un terreno socio-económico y cultural caracterizado por el mal gobierno, las injusticias, la marginación, la discriminación étnica, social, económica (desigualdad entre regiones de un mismo país) y donde la religión es explotada para servir como arma a las causas políticas”.

[Fuente: notreafrik.com-Fundación Sur]