Una escuela para niños sordos en Uganda, por José carlos Rodríguez Soto

8/02/2010 | Bitácora africana

Resulta muy extraño encontrarse delante de 160 chicos y chicas, llenos de vitalidad, que acaban de salir de clase y que al comunicarse contigo lo hacen en silencio. Pero en el recinto de la escuela de Kitgum (Uganda) que ostenta las siglas NUCBACD, uno se encuentra sólo con alumnos sordos que para comunicarse usan el lenguaje de los signos, moviendo con rapidez las manos en un ambiente sin sonidos sólo roto de vez en cuando por algún sonoro aplauso. Mientras preparo un viaje a África en el que espero volver a verlos, recuerdo mi primer encuentro con ellos, el año pasado.

NUCBACD son las iniciales en inglés de ‘Acción Comunitaria por los Niños Discapacitados del Norte de Uganda’. Esta pequeña ONG local empezó hace cuatro años gracias a Teddy Ayoo, una mujer ugandesa a la que conozco desde 1992 que empezó a ocuparse de algunos niños a los que encontró abandonados en las calles de Kitgum. Todos ellos eran sordos, y algunos de ellos además sufrían las consecuencias de la polio. Con el paso del tiempo, los niños fueron aumentando y en 2006 Ayoo pudo adquirir un terreno donde se han construido dormitorios y aulas, algunas de ellas una simple tienda de lona. Kitgum, una pequeña ciudad del Norte de Uganda sufrió desde 1986 las consecuencias de la guerra que dejó dos millones de desplazados y en la que la guerrilla del LRA llegó a secuestrar a 40.000 niños para obligarlos a combatir entre sus filas. Desde hace algo más de dos años, y a pesar de que no se llegó a firmar un acuerdo final de paz, el hecho de que el LRA se retirara del Norte de Uganda ha hecho posible que la gran mayoría de los desplazados hayan vuelto a sus hogares y que la vida vaya retornando a la normalidad, aunque con muchas dificultades.

Entre los que se encuentran en situación de más desventaja en esta situación de posguerra están los niños y adolescentes con algún tipo de discapacidad. Algunos de ellos, además, son huérfanos, y sus familias –con enormes dificultades para rehacer sus vidas después de más de dos décadas de guerra- en muchas ocasiones les dan un apoyo muy escaso. Por si fuera poco, y como explica Teddy Ayoo, ‘para las chicas es aún más difícil porque hay muchos casos en los que son víctimas de abusos de todo tipo por parte de adultos con pocos escrúpulos’. Por esta razón, parte de las actividades de NUCBACD se dirigen a la sensibilización en comunidades rurales para que la gente aprenda a respetar los derechos de las personas con algún tipo de discapacidad.

En África hay hambre, enfermedades, pobreza, refugiados, gobiernos corruptos y conflictos que no parecen tener fin. Pero también hay personas excepcionales como Teddy Ayoo y muchas otras que empiezan de la nada con mucho sacrificio y que al cabo de unos años dan esperanza a quienes están más necesitados de ella. Sólo por eso merece la pena creer en este continente y apostar por él.

Autor

  • (Madrid, 1960). Ex-Sacerdote Misionero Comboniano. Es licenciado en Teología (Kampala, Uganda) y en Periodismo (Universidad Complutense).

    Ha trabajado en Uganda de 1984 a 1987 y desde 1991, todos estos 17 años, los ha pasado en Acholiland (norte de Uganda), siempre en tiempo de guerra. Ha participado activamente en conversaciones de mediación con las guerrillas del norte de Uganda y en comisiones de Justicia y Paz. Actualmente trabaja para caritas

    Entre sus cargos periodísticos columnista de la publicación semanal Ugandan Observer , director de la revista Leadership, trabajó en la ONGD Red Deporte y Cooperación

    Actualmente escribe en el blog "En clave de África" y trabaja para Nciones Unidas en la República Centroafricana

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