Una cultura de paz en Egipto

8/10/2012 | Opinión

La paz es una palabra a menudo frustrante y difícil. Muchos ven la paz como una idea débil, casi imperfecta en su naturaleza. La gente habla sobre la idea de paz, pero con demasiada frecuencia la realidad fomenta algunas cosas totalmente diferentes. En Egipto, tenemos una sociedad orgullosa de su historia y herencia, que habla frecuentemente de tolerancia y comprensión mientras que el sectarismo y el antagonismo se perpetúan en las calles, en las escuelas y entre las familias y amigos.

La paz no es fácil. Echa una mirada a nuestro mundo de hoy, si la paz y la tolerancia fueran fáciles las tropas americanas estarían fuera de Irak y Afganistán, Sudán [y Sudán del Sur] estarían a gusto uno con el otro, la violencia religiosa y el odio no seguirían existiendo en Egipto y en otras partes. Pero el mundo, desafortunadamente, necesita ser empujado –no literalmente- hacia un entendimiento de cómo puede alcanzarse la paz, y a través de una cultura de la paz nuestra sociedad y el planeta puedan ser mejores. En Egipto, la inculcación de culturas de paz en las generaciones más jóvenes podría ser un gran antídoto para las generaciones más viejas recelosas y antagónicas una hacia la otra; cristianos contra musulmanes, trabajadores contra patronos, etc.

La Unesco define las culturas de paz como “un conjunto de valores, actitudes, modelos de comportamiento y modelos de vida que rechazan la violencia y evitan conflictos abordando las causas de raíz para solucionar los problemas a través del diálogo y la negociación entre los individuos, los grupos y las naciones.”

En Egipto, una de las causas arraigadas de la carencia de una cultura de paz está en el sistema educacional. Los jóvenes egipcios son enseñados que son diferentes, que sus respectivos credos son causa de separación. En las escuelas, los cristianos se apartarán y estudiarán la historia y la fe cristianas, mientras los musulmanes harán lo mismo respecto al Islam. Esto crea una sensación de que cada uno está separado del resto, porque eso es Egipto.

Cuando crezcan estas jóvenes generaciones, ellos conocerán muy poco sobre los correspondientes credos de sus conciudadanos. Lo que no saben ha alimentado una sociedad que teme al otro. Ellos no conocen ni entienden la religión de su nación, así que no nos sorprende que lo que presenciamos en Egipto, ataques de musulmanes contra cristianos y viceversa, suceda casi cada mes.

A través de un esfuerzo conjunto por parte de profesores y defensores de la paz, la sociedad egipcia puede ser transformada en una donde triunfen las culturas de paz. Esa sociedad cumplirá las declaraciones de tolerancia hechas públicas muy a menudo por los líderes religiosos del país.

“Mediante la revisión de los currículos educativos para promover valores de calidad, así como actitudes y comportamientos de una cultura de paz, incluyendo la resolución pacífica de los conflictos, el diálogo, construcción de consenso y no-violencia activa”, la Unesco dice poder ayudar a implementar estas nociones de verdadera tolerancia y entendimiento.

Para los egipcios, esto podría ayudar a poner fin a décadas de viejos antagonismos entre las dos religiones del país. Viendo al “otro” como un igual en sus creencias, es un importante paso para la tolerancia.

Hace unos cuantos años, una amiga mía estuvo enseñando en una escuela de secundaria en El Cairo. Enseñaba Historia. Ella quiso invertir una semana entera para discutir acerca del papel del judaísmo y el cristianismo en la historia de Egipto. El director de la escuela le dijo que no. Eso no estaba permitido.

“Ellos me dijeron que Egipto es un país islámico y que el gobierno ha dado a los estudiantes la oportunidad de aprender sobre el cristianismo si son cristianos,” dijo la profesora. Ella se sintió frustrada. Los estudiantes habían estado haciendo difamaciones hacia sus compañeros como norma habitual y ella pensó, correctamente, que un poco de educación haría mucho bien, sin embargo las autoridades del gobierno se habían manifestado.

Ahora, mientras Egipto se abre camino hacia una nueva dirección, es el momento ideal para crear una sociedad que entienda todas las facetas de su historia, su pueblo y su sociedad. A través de un gran impulso hacia culturas de paz, Egipto puede mostrar al mundo una vez más que es un país progresista y puede crear un mundo mejor basado en la paz y la tolerancia.

Joseph Mayton

Publicado en Bikya Masr, Egipto, el 2 de octubre de 2012.

Traducido para Fundación Sur por Miguel Obregón Tomé.

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