Un tribunal francés ha rechazado la petición de Kigali de extradición de un médico ruandés, Eugene Rwamucyo, que según Ruanda, es sospechoso de haber participado en el genocidio de 1994.
El tribunal de Versalles, a las afueras de París, también ordenó la puesta en libertad de Rwamucyo, que fue arrestado mientras asistía a un funeral el pasado mes de mayo, en cumplimiento de una orden de detención internacional, emitida por Ruanda en 2007.
“Esto es un alivio, porque este problema es totalmente político, así que es una victoria de la ley sobre la política”, señaló el abogado de Rwamucyo, Philippe Meihac.
Rwamucyo está buscado desde Kigali por supuestamente haber planeado y participado en las atrocidades cometidas en Butare, en el sur de Ruanda.
El doctor, ahora en la cincuentena, fue arrestado tres meses después de que la policía detuviese a Agathe Habyarimana, la viuda del ex presidente de Ruanda asesinado, acusada de planear el genocidio de tutsis y hutus moderados.
Estas detenciones también se producen después del viaje histórico de Sarkozy a Kigali, en marzo de este año, durante el cual aseguró que Francia haría todo lo posible para asegurar que “todos los responsables del genocidio sean encontrados y castigados”.
Rwamucyo vivió en Bélgica con su familia y hasta abril trabajó como médico en un hospital de la ciudad de Maubeuge, al norte de Francia.
En una entrevista concedida el año pasado, Rwamucyo negó todas las acusaciones de genocidio y acusó al gobierno de Kigali, liderado por los tutsis, de haber lanzado una campaña contra él. “Intentan hacer creer al mundo que todos los hutu que tenían un puesto de responsabilidad en aquel tiempo, no estaban pensando en más que en matar tutsis”, dijo.
Ruanda ha acusado a Francia en repetidas ocasiones de permitir a los sospechosos de genocidio vivir confortablemente en su país. Francia ha transferido tres sospechosos ruandeses a Tanzania, para ser juzgados ante el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, pero los jueces, hasta ahora, se han negado a extraditar sospechosos a Kigali. Los tribunales franceses estiman que los sospechosos no tendrían un juicio justo en su país.
(News 24, 16-09-10)