Un Tribunal surafricano ha rechazado los cargos por corrupción contra Jacob Zuma, el líder del partido en el poder, el Congreso Nacional Africano, ANC, despejando el camino para que el político pueda presentarse a las próximas elecciones presidenciales del país.
Chris Nicholson, el juez, admitió la petición de Zuma para que las acusaciones contra él fueran desestimadas y ordenó al Estado que pagase los costes legales de Zuma. El juez consideró que se han producido interferencias políticas en el caso de Zuma, como había sugerido el propio Zuma, aunque advirtió que quería dejar claro que no estaba declarando al acusado ni inocente ni culpable, sino inhabilitando el proceso. Los fiscales pueden volver a iniciar el proceso, si cumplen los requisitos legales de consultar con Zuma.
Los seguidores del líder del ANC siempre han mantenido que el caso contra Zuma era parte de una caza de brujas orquestada por el actual Presidente de Suráfrica, y anterior líder del ANC, Thabo Mbeki. El Parlamento está intentando deshacer legalmente la unidad de investigación policial, los escorpions, encargado de llevar todo el caso contra Zuma, por corrupción, tras la sugerencia de algunos líderes sobre este caso, que consideran que debiera desestimarse el caso en aras de la estabilidad política de Suráfrica, la mayor potencia económica del continente.
Zuma, tras conocer el veredicto, se dirigió a sus seguidores en lengua zulú afirmando que esto era “una victoria del sistema judicial”, además de cantar, bailar y unirse a la celebración.
Con esta decisión judicial, Zuma prácticamente tiene garantizada la presidencia en las elecciones previstas para 2009, debido al dominio de su partido. Si el caso por corrupción hubiera seguido su curso, el líder zulú no hubiera podido ser elegible, de acuerdo con la constitución que dice que las personas que han sido condenadas por cualquier causa a más de seis meses, no podrá ser Presidente/a. Así, el tribunal era lo único que se interponía entre él y la presidencia.
Zuma fue acusado primeramente, en 2005, pero ese caso fue desestimado por causas técnicas en 2006. Se le volvió a acusar en diciembre de 2007, unos días después de haber ganado a Mbeki en su competencia por el liderazgo del partido ANC, por chantaje sistematizado, corrupción, desfalco de fondos públicos y fraude, en relación con un tratado de armas a finales de los 90.
(Aljazeera, 13-09-08)
