La cuarta candidatura del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, a la presidencia se enfrenta a un desafío legal de un rival, que quiere que un tribunal superior evite que el líder se presente a las elecciones del próximo año.
Maguru Ruhinda, un ex capitán del ejército y abogado, quiere que un tribunal superior de la nación del África Oriental anule el nombramiento de Museveni como presidente del partido gobernante, y candidato a las elecciones previstas para el próximo mes de febrero.
Ruhinda declaró que el Movimiento de Resistencia Nacional, NRM, le prohibió enfrentarse a Museveni, en el poder desde 1986, en las elecciones del partido, celebradas este mes.
Ruhinda ha demandado a Museveni y a la secretaria general del NRM, Amama Mbabazi, por su exclusión de la votación interna del partido. “Recibí la citación del tribunal superior ayer, y tanto la secretaria general del partido como Museveni, tienen 14 días para presentar su defensa, después comenzarán las vistas judiciales”, señaló.
El portavoz del NRM, Ofwono Opondo declinó hacer comentarios, alegando que no tenía suficiente información.
Modelo de democracia
Museveni, que pretende alargar su reinado hasta 30 años con una nueva candidatura, para otros cinco años de mandato, ha estado en el poder desde que su Ejército de Resistencia Nacional tomó el poder de manos de una junta militar de corta duración.
Impuso un modelo de democracia sin partidos, para terminar con el sectarismo que plagaba la política postcolonial ugandesa, y los donantes extranjeros alabaron su gestión liberal de la economía.
En la última década, sin embargo, sus apoyos en el país han descendido y las relaciones con Occidente se han desgastado a causa de las crecientes acusaciones de la oposición y grupos de defensa de los derechos humanos que afirman que su liderazgo se ha vuelto autocrático y corrupto.
Los analistas políticos dicen que Museveni, cuyo porcentaje de votos se ha reducido en cada una de las últimas tres elecciones, entre acusaciones de fraude masivo, podría enfrentarse a su reto más duro en las próximas, si la coalición de la oposición se mantiene unida.
Algunos analistas restan importancia a la demanda judicial del poco conocido Ruhinda, considerándolo un plan del propio Museveni, para dar una imagen del sistema interno del NRM como democrático, donde un miembro agraviado puede pedir reparación en los tribunales. “Creo que este tipo es sólo un plan para mostrar al mundo cómo el NRM es un partido democrático, donde todo el mundo puede acudir a la justicia”, asegura Nicholas Sengoba, un columnista de la prensa.
(News 24, 22-09-10)