La semana pasada comenzó un gran incendio forestal en Namibia que está afectando a su Parque Nacional Etosha, una de las reservas más emblemáticas del país. El fuego comenzó en una zona cercana al parque y se ha propagado rápidamente, destruyendo vegetación y amenazando ecosistemas. De hecho, se estima que ya se ha quemado alrededor del 30 % (aproximadamente 22.200 km²) del parque. No se han reportado víctimas humanas, sin embargo, este incendio también supone una amenaza a la fauna del Parque, entre ellos, rinocerontes negros, en peligro de extinción.
Se sospecha que comenzó a raíz de actividades humanas, concretamente por la producción de carbón vegetal en granjas en las proximidades del parque. Durante las primeras horas, el incendio se pudo contener en cierta medida. Sin embargo, la llegada de fuertes vientos al día siguiente propagaron el incendio, arrasando miles de hectáreas del Parque Etosha. Cinco días después, el fuego continuaba expandiéndose, por lo que, tras una reunión de emergencia, se desplegaron más de 500 militares para colaborar en la extinción del incendio. El primer ministro del país, Elijah Nguare, ha alabado el trabajo en equipo de las fuerzas de seguridad.
A la hora de redactar la presente noticia, una semana después de su inicio, aún no se ha conseguido extinguir el fuego por completo; mientras que en algunas zonas se ha conseguido controlar, en otras el fuego aún persiste de forma más descontrolada debido a la sequedad del terreno y los fuertes vientos.
Fuente: thenamibian
[CIDAF-UCM]


