Contribuir a la lucha contra la desnutrición infantil mediante la donación de una parte (aunque sea pequeña) de las rentas de las exportaciones de petróleo, uranio y otros minerales, es la decisión que tomaron Níger, Malí, Guinea y la República del Congo, que se unieron a un programa de la ONU para la Agenda para el desarrollo sostenible.
Estos cuatro países de África (a los que pronto se podrían sumar otros) se comprometieron a donar un centavo de dólar por barril de crudo y 60 centavos por gramo de oro exportado a partir del 2017.
El fondo que recibirá los recursos (llamado Unitlife) será administrado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Según la ONU, para reducir en un 40% el número de niños menores de cinco años de edad con desnutrición se necesitará una inversión de 50.000 millones de dólares durante diez años.
MISNA (Fundación Sur)