Un grupo de militares afirmó haber tomado el control de Guinea-Bissau el 26 de noviembre tras informes sobre la detención del presidente, Umaro Sissoco Embaló. Poco después de que se escucharan disparos en la capital, Bissau, fuentes gubernamentales informaron que Embaló había sido detenido.
Los jefes militares aparecieron en la televisión estatal anunciando la suspensión del proceso electoral, mientras los ciudadanos de este país del África Occidental esperaban el resultado de las elecciones presidenciales celebradas el día 23 de noviembre.
Los militares dijeron que actuaron para frustrar un complot de políticos anónimos que contaban con el apoyo de un conocido narcotraficante para desestabilizar el país, y anunciaron el cierre de sus fronteras e impusieron un toque de queda nocturno.
Ubicado entre Senegal y Guinea, este país propenso a golpes de Estado es conocido por ser un notorio centro del narcotráfico, donde el ejército ha jugado un papel importante desde su independencia de Portugal en 1974.
Se esperaban los resultados electorales el 27 de noviembre, pero tanto Embaló como su rival más cercano, Fernando Dias, ya se habían adjudicado la victoria.
Fuentes gubernamentales informaron posteriormente que Dias, Pereira y el ministro del Interior, Botché Candé, también han sido detenidos, así como el jefe del ejército, general Biague Na Ntan, y su adjunto, general Mamadou Touré.
Los líderes de las misiones de observación electoral de la Unión Africana y la CEDEAO, bloque de África Occidental, expresaron en un comunicado conjunto su «profunda preocupación por el anuncio de un golpe de estado por parte de las fuerzas armadas«. Afirmaron que el país estaba preparado para el anuncio de los resultados electorales tras lo que describieron como un proceso electoral «ordenado y pacífico«.
Este anuncio se produjo justo cuando las misiones acababan de concluir su reunión con los dos principales candidatos presidenciales, que manifestaron su disposición a aceptar la voluntad popular.
Habitantes de Bissau oyeron disparos poco antes, pero no quedó claro de inmediato quiénes participaron en el tiroteo ni si hubo víctimas. Posteriormente, el general Denis N’Canha, jefe de la casa militar del palacio presidencial, leyó un comunicado declarando la toma del poder.
N’Canha indicó que los oficiales habían formado el Alto Mando Militar para el Restablecimiento del Orden, y ordenó a la población mantener la calma. Entre tanto se habían instalado puestos de control en todo Bissau y las calles estaban desiertas antes del toque de queda, que debía comenzar a las 19:00 GMT.
Portugal ha pedido el restablecimiento del orden constitucional y su Ministerio de Asuntos Exteriores ha instado a «todos los implicados a abstenerse de cualquier acto de violencia institucional o cívica«.
La antigua colonia portuguesa ha sido testigo de al menos nueve golpes de Estado o intentos de golpe de Estado en las últimas cinco décadas.
El presidente Embaló fue elegido en diciembre de 2019. Embaló ha afirmado haber sobrevivido a múltiples intentos de golpe de Estado durante su mandato. Sin embargo, sus críticos alegan que él mismo ha inventado esta crisis para reprimir la disidencia. El presidente, de 53 años, quería hacer historia como el único presidente del país en conseguir un segundo mandato consecutivo en los últimos 30 años.
Guinea-Bissau es uno de los países más pobres del mundo, con una población de más de dos millones de personas. Su costa alberga numerosas islas deshabitadas, lo que lo convierte en un lugar ideal para el narcotráfico. La ONU lo ha calificado de «narcoestado«, ya que ha sido un punto de tránsito clave para la cocaína procedente de Latinoamérica.
Fuente: BBC África
[Traducción y edición: Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]


