Miles de manifestantes protagonizaron manifestaciones pacíficas en Rabat, Casablanca y Tánger, el día 17 de julio, para pedir mayores reformas políticas, y más justicia social en Marruecos.
Estas son las últimas de una larga serie de manifestaciones organizadas por el movimiento de jóvenes marroquíes, llamado 20 de febrero, que está detrás de meses de manifestaciones pidiendo reformas en la monarquía más antigua del mundo árabe.
En el barrio Sidi Othmane de Casablanca, varios miles de manifestantes gritaban eslóganes para pedir una constitución verdaderamente democrática y mayor justicia social.
Los militantes del Grupo islamista Justicia y Caridad, prohibido pero tolerado por el gobierno, estaban entre los manifestantes.
A la vez, cientos de manifestantes pro-gobierno también se dieron cita en Sidi Othmane, ondeando banderas y retratos del rey Mohamed VI, y cantando “Larga vida al rey” y el himno nacional.
Poderes absolutos
Los dos grupos fueron mantenidos separados por las fuerzas de seguridad, desplegadas en grandes números.
Al mismo tiempo, más de 1.000 manifestantes se reunieron en la capital, Rabat, y varios miles en Tánger.
Las manifestaciones están inspiradas por los movimientos similares que han derrocados los regímenes de Túnez y Egipto, y otros levantamientos populares en el mundo árabe.
Estas manifestaciones continúan a pesar del referéndum en el que el 98 % de los votantes aprobaron una reforma constitucional, propuesta por el rey, pero boicoteado por el movimiento 20 de febrero, que combate los poderes casi absolutos del monarca.
(Africa Review, Kenia, 18-07-11)