Un dilema humano en la diplomacia: Cuando el silencio habla más fuerte

12/06/2025 | Opinión

A veces, la diplomacia se enfrenta a decisiones que tocan el alma, donde los principios políticos chocan con el clamor humano. La postura del primer ministro de Senegal, Ousmane Sonko, al no abordar públicamente las inquietantes desapariciones forzadas en Guinea durante su visita oficial, como nos ha contado radio-kankan.com, nos invita a reflexionar sobre esta encrucijada. Su argumento, centrado en el respeto a la soberanía de Guinea y la naturaleza económica de su viaje, es impecablemente diplomático. Pero ¿es siempre lo más humano?

Desde la frialdad de la academia, el apego de Sonko a la no injerencia es un pilar intocable del derecho internacional. Es la base sobre la que los países se relacionan sin atropellarse, una salvaguarda esencial para la estabilidad. En ese sentido, su cautela podría verse como una señal de madurez, evitando una confrontación que podría tensar la relación entre dos naciones hermanas.

Sin embargo, para quienes ven a sus seres queridos desaparecer o para las organizaciones de derechos humanos que luchan incansablemente, este tipo de respeto puede sentirse dolorosamente vacío. En un continente donde las cicatrices de la injusticia son profundas y la búsqueda de un futuro más justo es constante, la expectativa es que los líderes que tienen voz, la usen. La idea de que los crímenes graves no pueden esconderse tras la bandera de la soberanía está ganando terreno, porque, al final del día, el dolor no conoce fronteras.

La promesa de Sonko de hablar de estos temas «en privado, amistosamente«, si la relación lo permite, nos deja con un sabor agridulce. Por un lado, muestra una sensibilidad al problema, por otro, prioriza la discreción sobre la fuerza de una condena pública. Y aquí es donde la humanidad entra en juego: ¿cuánto peso tiene el silencio diplomático frente al clamor de las víctimas? ¿Puede una conversación a puerta cerrada reemplazar el poder de una declaración pública que ilumine la oscuridad?

Esta situación nos recuerda lo increíblemente complejo que es ser un líder en África hoy. Tienen que equilibrar el respeto entre naciones con la responsabilidad moral de levantar la voz cuando la dignidad humana está en juego. No se trata de si debemos hablar de los derechos humanos, sino de cómo lo hacemos para que nuestras palabras, o nuestro silencio, realmente ayuden a construir un mundo más justo.

Javier Moisés Rentería

[CIDAF-UCM]

Autor

  • Javier Moisés Rentería Hurtado es investigador y especialista en estudios latinoamericanos y derechos humanos, con formación multidisciplinaria en ciencias sociales y jurisprudencia internacional. Su trabajo se centra en el análisis de los conflictos sociales, los mecanismos de protección internacional de derechos humanos y las dinámicas políticas contemporáneas en América Latina.

    Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Corporación Universitaria Minuto De Dios, complementó su formación con una Maestría en Estudios Contemporáneos de América Latina en la Universidad Complutense de Madrid, España, donde investigó los efectos de las políticas de la seguridad democrática para con las comunidades afrodescendintes e indigenas. Posteriormente, obtuvo una Maestría en Protección Internacional de los Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá, España, especializándose en el rol de la Corte Penal Internacional, sus mecanismos de protección de las comunidades afrodescendientes e indigenas de America latina, en el marco de los conflictos armados.

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