Por Rowan Emslie
Todos van vestidos de negro y con adornos de pendientes (piercing) pero aunque no son aún más que un pequeño grupo representan a las nuevas culturas y sub culturas que están creciendo en Kenia.
David Lith es un artista de tatoos que vive en las afueras de Nakuru, la tercera ciudad urbana más grande de Kenia. Los fines de semana viajan en autobús para trasladarse a Nairobi, la capital.
Allí trabaja horas extras en dos salones de tatuajes que sirven a una población de más de tres millones de habitantes.
A David se le puede encontrar en la Tienda Goth que es al mismo tiempo que una tienda de tatuajes, de ropa situada en un edificio comercial en el área de Westlands de Nairobi. Solo la existencia de esta tienda ya es algo que resaltar, porque es raro escuchar música de rock en los bares y tiendas de África del Este y mucho menos nada relacionado con la cultura gótica. ( Goth)
Una reseña en un periódico local The Star, estima que esta cultura se extiende a unas 300 personas. Se visten de negro desde la cabeza a los pies y van adornados con múltiples pendientes. Cuando uno de ellos pasea por la ciudad atrae miradas curiosas, u hostiles, algunas otras son de miedo.
Nuevas generaciones, nuevas identidades
Es muy raro ver nada sobre la cultura de los jóvenes en los medios de Comunicación. Las noticias más internacionales hablan de las necesidades de los jóvenes y del desempleo y de un ascenso demográfico que promete la generación más grande de toda la historia de jóvenes de 15 a 24 años. Muchos comentaristas se preguntan: ¿Cómo podrá esta generación estar motivada para producir crecimiento? ¿Y cómo podemos evitar la desilusión que potencialmente puede derivar en violencia e inquietud?
Estas preguntas son muy importantes porque tocan temas económicos y políticos pero en todo esto no debe de dejarse de tener en cuenta la dimensión de la cultura. Existen diferencias dramáticas entre la generación joven y sus predecesores.
Think African Press
Traducido y editado para Fundación Sur