Un día en la vida de los inquilinos de las densas calles de Nairobi

17/05/2016 | Crónicas y reportajes

La Sra. Kilonzi paga 30 US $ (3.000 Sh.) al mes por una habitación de 1,5 m. x 1,5 m. en el barrio de Huruma, uno de los más poblados de Nairobi. En estos barrios, las casas pueden tener hasta 10 plantas, con 10 puertas por planta.

Lavar los platos

Los baños y aseos son comunes y normalmente se encuentran en el extremo final de la planta. También puede uno encontrarse un lavabo compartido, utilizado principalmente para lavar los platos, en el balcón.

Los hogares varían en tamaño, desde un solo inquilino a extensas familias de hasta siete miembros, sin importar el hecho de que el tamaño de la habitación sea uniforme en la mayoría de los casos. Debido a su relativa comodidad, los inquilinos individuales, principalmente solteros y/o estudiantes, son envidiados por sus vecinos que tienen familias más grandes. No es raro que estos vecinos «envíen de alquiler» a un miembro de su familia a los pisos de un solo arrendatario. En algunos casos, los vecinos con familias numerosas animan deliberadamente a sus parientes adolescentes para que se hagan amigos de sus vecinos como una estrategia de «descongestión».

Tamaño variado
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El caso de la Sra. Kilonzi es un poco atípico, ya que los pisos de este edificio de Huruma son de diferentes tamaños.

Debido a que su piso/habitación es relativamente más pequeña, el alquiler es de 30 US $ al mes, en comparación con sus vecinos más «ricos» que pagan hasta 45 US $ (4.500 Sh.) por disfrutar de la comodidad de habitaciones más amplias.

«La electricidad está fuertemente racionada, el agente al cargo del orden del edificio, la conecta por la tarde, por lo general a las 7 pm, justo para poder preparar la cena y ver la televisión, aquellos que se lo pueden permitir. Se desconecta a las 10:30 pm en punto”.

Debido a las fuertes restricciones de electricidad y el hecho de que la mayoría de los pisos en esos edificios carecen de ventanas para dejar entrar la luz natural, no es raro encontrar inquilinos utilizando antorchas o teléfonos móviles baratos, más conocidos como “mulika mwizi”, a modo de linterna para encontrar el camino alrededor de los edificios, incluso durante el día.

Sistema de cableado eléctrico

En estos barrios, ya sea Huruma, Kariobangi, Dandora, Kayole o Dagoretti, el uso de “estufas” eléctricas está prohibido.

Los propietarios, en la mayoría de los casos, se aseguraran de que el sistema de cableado eléctrico se instale de tal manera que se apague automáticamente cuando alguien intenta encender la “estufa” eléctrica.

La opción para la mayoría de las familias es invertir en “estufas” de carbón o llevar la ropa a los numerosos dhobis (lavaderos improvisados) dispersos por estos barrios.

Debido a la inseguridad en la mayor parte de estas áreas de alta densidad de población, la gente prefiere vivir en los pisos superiores. «En el momento en que los ladrones lleguen a tu piso, ya habrá saltado la alarma. Los ladrones prefieren los pisos inferiores», dice un residente de larga duración de un piso en Huruma, que no quiso ser identificado.vecinos_Huruma.jpg

Las plantas inferiores

Los pisos inferiores también tienen sus ventajas. Es mucho más fácil mover o trasladar los artículos voluminosos del hogar.

La limpieza de las instalaciones comunes tales como cuartos de baño, aseos o áreas para lavar la vajilla es una responsabilidad compartida.

Las mujeres, en cada planta, por lo general, elaboran el registro de turnos y también informan de los inquilinos que no cooperan al agente disciplinario, con consecuencias que pueden ser tan graves como el desalojo.

Las peleas son muy comunes en estos edificios. Su origen puede ir desde estar demasiado tiempo en el cuarto de baño o aseo comunitario a ocupar demasiado sitio en la cuerda de colgar la ropa o incluso robar ropa interior mientras está tendida. De vez en cuando, son los propios inquilinos los que tienen que actuar como árbitros.

La clase baja

Sin embargo, para los keniatas de la parte inferior de la pirámide económica, que se consideran a sí mismos afortunados por poder escapar de los más barrios pobres, los barrios como Huruma se convierten en la mejor opción. Se pueden encontrar artículos de primera necesidad tales como harina de maíz, azúcar, sal, grasa para cocinar, queroseno e incluso detergente, que se venden en pequeñas cantidades.

Con tan poco como 0,3 US $ (30 Sh.), es posible que una familia de cuatro miembros, el hombre, la mujer, un niño y una persona de ayuda, por lo general un pariente cercano, puedan hacer una comida «decente» de ugali (gachas), sukuma wiki (berza, coles) y una pizca de cabezas de pollo o de matumbo (despojos).

africareview.com

Fundación sur

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