La tensión sigue aumentando entre la población de Goma y Rutshuru, en la región de Kivu Norte, al este de la República Democrática del Congo (RDC), tras el reciente avance del Movimiento 23 de Marzo (M23). El martes 1 de noviembre, estas tensiones explotaron cuando un convoy de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de la República Democrática del Congo (MONUSCO) fue atacado e incendiado por población civil en Kanyaruchinya, al norte de la ciudad de Goma.
Según las fuentes locales, los residentes, en su mayoría desplazados internos por el conflicto con el M23, desconfiaban del contenido de un portatanques que transportaba un tractor, el cual pensaban podía estar trasladando sospechosos desde áreas ocupadas por el grupo rebelde. Cuando el convoy trató de forzar su paso hacia Goma los habitantes comenzaron a lanzar proyectiles incendiarios contra los vehículos, quedando ambos calcinados.
Este es uno más de los incidentes que se produce en una región tensionada, donde la población local se ha visto desplazada por el conflicto y se ha manifestado en forma de huelgas y protestas contra las agresiones del M23 y el apoyo que recibe por parte de la vecina Ruanda. La situación ha afectado gravemente las condiciones socioeconómicas de la región, con una gran desaceleración especialmente al norte de Goma, donde muchos comercios permanecen cerrados, además de algunas escuelas, puesto que las familias temen enviar a sus hijos a los centros educativos ante la inestabilidad social.
Muchos residentes de la región, actualmente desplazados, viven en condiciones muy precarias en Kanyabayonga, Nyamilima, Kibati, Kanyaruchinya e incluso Goma.
Jonathan Kombi
Fuente: Actualité.cd
[Traducción y edición, Elena Cañete Montilla]
[CIDAF-UCM]
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