Naciones Unidas calcula que hacia 2025 el 14 % de la población mundial sufrirá de escasez de agua.
¿Se hace algo para solucionarlo?
Como el cambio climático sigue reduciendo el acopio de agua las naciones pudientes están invirtiendo en técnicas de desalación. Un equipo de investigadores de la universidad de Manchester propone una nueva tecnología de desalación.
¿En qué consiste esta nueva tecnología?
Las tecnologías clásicas de desalación utilizan filtros de polímero, mientras que esta nueva tecnología propone utilizar filtros basados en óxido de grafeno que según los autores puede producirse por simple oxidación en el laboratorio. Combinando capas grafeno con ciertas resinas, permite el paso de las moléculas de agua y no deja pasar la sal.
¿Está demostrada la eficacia de esta tecnología?
Los investigadores de esta tecnología han presentado sus resultados en la revista Nature y están persuadidos que puede significar un progreso considerable. Quedan sin embargo varios aspectos por aclarar. En primer lugar hay que comparar esta tecnología con las que ya se encuentran en el mercado y comprobar sus ventajas.
Los investigadores reconocen también que queda bastante trabajo por hacer para producir membranas de oxido de grafeno baratas y a escala industrial.
Finalmente los científicos tienen que demostrar la durabilidad de estas nuevas membranas en prolongado contacto con el agua marina y su resistencia a la suciedad de la sal y material biológico que requieren limpiar los filtros periódicamente.
¿En definitiva es una tecnología en proceso de investigación?
Sin duda. Con todo la separación de las moléculas de agua de la sal, dejando pasar las primeras y reteniendo la sal por unas membranas de producción barata abriría la puesta a una desalinización mucho más asequible.
El Dr. Devanathan, uno de los investigadores, nos dice: “El objetivo final es crear un sistema que produzca agua potable del agua marina, con el mínimo de energía necesaria” y por consiguiente más barata.
Bartolomé Burgos