Esta entrada complementa la entrada que escribí relativa al encuentro de Antropología y Misión organizado por la revista Mundo Negro y en el que participó Mons. Paride Taban, obispo emérito de Torit en el Sur de Sudán y en la que va a ser galardonado con el premio Mundo Negro a la Fraternidad.
En los últimos días algunas personas cercanas al obispo se han puesto en contacto conmigo para informarme que un grupo de activistas, cooperantes y políticos noruegos han tomado la iniciativa de presentar el nombre de Mons. Taban para el Premio Nobel de la Paz de este año. Todo esto se ha hecho sin conocimiento del obispo, el cual posiblemente se estará enterando en estos días de que el primer dossier para la candidatura se ha presentado ya en la Fundación Nobel antes de la fecha límite del 1 de Febrero.
Es un reconocimiento a una labor callada y valiente en pos de la paz y de la reconciliación. Mons. Taban posiblemente no tenga el apoyo de los potentes grupos de lobby que en todo el mundo promueven las candidaturas más variadas que a su vez tienen una incidencia clara en diferentes causas políticas, sociales y humanitarias. A pesar de no contar con estos grandes grupos de influencia, la iniciativa de presentar su nombre para tan algo galardón es algo ya de por sí muy meritorio. Ojalá que la iniciativa prospere, méritos sin duda no le faltan. Por otro lado, creo que el Sur Sudán, después de sufrir tantos años las consecuencias de dos largos periodos de guerra civil, merece un verdadero modelo en el que se puedan ver estas nuevas generaciones, un ejemplo de alguien que supo poner al lado el odio y ser un instrumento de paz y perdón especialmente hacia los enemigos y los que querían hacerle el mal.
Original en : En Clave de África