Es blanco, afrikáner, le encanta la música y se enorgullece de formar parte del partido Luchadores por la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés).
Wiekus Kotze se autocalifica como radical y militante y cree que el líder político Julius Malema es el personaje más inspirador que ha conocido nunca.
«Este hombre (Malema) entiende perfectamente todo lo que tiene que ver con la política y la economía de Sudáfrica», dice Kotze con la boina roja, símbolo del partido, bien encajada en la cabeza.
«Razona con una visión que no existe en este país. Cuando uno le oye hablar, piensa que es mucho más grande de como lo describen los medios».
«Conoce perfectamente las posibilidades de este país. Admiro sus agallas y su valentía. Se necesita a una persona así en el Parlamento. Julius Malema tiene un don».
Desde que Kotze, ex jefe de contabilidad del municipio de Ekurhuleni, comenzó a llevar la boina roja el mes pasado cuando entró en el EFF, empezó a recibir críticas y comentarios que le acusaban de «traidor» e «idiota», especialmente en Alberton, la conservadora ciudad en la que vive.
No obstante, sí que es bien recibido entre los defensores del EFF que anunciaron que Kotze era parte de la estructura del comando central de Gauteng.
«Me quieren por los principios que defiendo», explica Kotze, de 40 años, bajito, rechoncho y con bigote.
«Hay mucha gente que apoya lo que hago. No existe ningún pueblo en esta provincia que no conozca como la palma de mi mano. Pero entiendo que verme a mí en el EFF es como ver a un negro en el Frente de la Libertad (FF Plus, por sus siglas en inglés)», dice, riéndose a carcajadas.
Kotze creció en Brits como un afrikáner. «Pero mis padres nos educaron muy bien para no fijarnos en el color». Empecé a salir con una chica negra. Ni mi padre ni mi madre murieron del susto por ello. La aceptaron, quisieron y respetaron. Ella cuidó a mi madre en su lecho de muerte, después de casarnos.
«Mis padres votaron al ANC desde 1994. Apoyaron todo lo que vino con Mandela y perdonaron».
Kotze está actualmente casado con una «reina africana negra», Palesa, y pagó una dote por ella.
Tiene dos hijos pequeños de su primera mujer con la que tiene una relación cordial.
Pero en política, persiste un profundo odio por su afiliación al EFF.
«Hay mucho abuso por parte de los medios, evidentemente. Cuando se anunció mi afiliación al EFF, se publicaron más de 500 comentarios contra mí, de gente que habla afrikaans, en la página web Boere Krisis».
«Algunos de estos comentarios no se pueden ni repetir. Me decían que era un idiota, un loco, que estaba haciendo la pelota a los negros y que estaba traicionando mi piel blanca.»
«Yo les pregunto: ¿qué es la piel blanca? ¿Es que el color de piel nos hace superiores? Porque si seguimos hablando de «traicionar la piel blanca», simplemente estamos diciendo que todavía la piel blanca es superior. Creo que todavía sufren los efectos de la mentalidad Verwoerd que defiende que si eres blanco, tu lengua es por tanto el afrikaans».
«Es como si hubieran creado su propia isla en Sudáfrica, separándose totalmente de la sociedad normal del país y en lo que a mí respecta, la reconciliación existió pero ellos nunca formaron parte de ella».
«Nunca vinieron al partido. Ello se debe a mi apoyo en 1994 a la construcción de una escuela, donde puse la primera piedra. Pero en lo que se refiere a los blancos, ellos no hicieron nada. Ese es el problema. Ahora, 20 años después, se permiten el lujo de culpar al ANC».
La semana pasada, entre tantos comentarios negativos, Twitter cerró su cuenta. «Recibí tantos abusos, algunos incluso amenazándome de muerte diciendo que tenían balas con mi nombre escrito, que mi respuesta hacia ellos fue: «matar a los bóer, matar a los granjeros»».
Esas seis palabras provocativas llevaron al caos. «Han puesto una denuncia en la Comisión de Derechos Humanos, en la fiscalía y en la policía. Pero yo no quería decir matar físicamente sino acabar con el sistema represivo del apartheid que fue impuesto por el gobierno de los afrikáners.
«Me consta que eso les duele (a sus detractores). Pueden odiar la verdad pero cuando lleguen a casa esta noche pensarán: «ese hombre, Wiekus, me irrita pero tiene algo de razón» porque digo cosas que son verdaderas y dolorosas».
Él cree que está dando donde más duele. «Disfruto con ello porque sé que significa que estoy hurgando donde no quieren que lo haga. Creo que la gente blanca dejó el país hecho un caos cuando se marchó».
«Ese caos del apartheid, de un gobierno prácticamente en la bancarrota. Un país bien desarrollado y mantenido pero solo para una parte de la comunidad donde la mayoría quedaba excluida de sus beneficios».
Fue miembro del ANC durante los últimos 16 años y su primer voto fue para el partido. Pero el año pasado, no pudo seguir apoyándolo. «Jacob Zuma se ha vuelto loco», dice. Kotze se afilió a AgangSA pero dice que fue destituido por intentar traer el «el proceso democrático» al partido.
«No llegué al EFF por que sí. Analicé los siete pilares del partido y los visualicé en su contexto. ¿Y sabes qué? La mayor parte de las cosas del EFF tienen sentido y pueden funcionar».
«No se trata de la apropiación de tierras. Se trata de la nacionalización de ciertos sectores de la economía que no funcionan bien, como puede ser las minas y los bancos. Vamos a expropiar las tierras sin compensación, porque el principio del vendedor y del comprador voluntario no ha funcionado».
«Toda la tierra pasará a ser del Estado. No lo vamos a coger de manera arbitraria. La gente dispondrá de permiso para trabajar la tierra durante 25 años ».
«El EFF no tiene nada que ver con destruir a la gente blanca; tiene que ver con la mejora y la emancipación económica de los pobres. Encontrareis zonas ocupadas por blancos que se beneficiarán del EFF en un ambiente de trabajo, vivienda y salud. Pero la libertad económica supone que la mayor parte de la gente esté emancipada económicamente. Es una revolución en contra de la pobreza y del capitalismo para crear un Estado competente donde no quepa la debilidad. Preferiríamos contar con empresas de construcción públicas.
Kotze cree que el EFF puede ganar las elecciones y él liderará la lucha para hacerse con Johannesburgo. Se pasa los fines de semana planeando la estrategia para la toma de poder o relajándose con su familia y amigos haciendo braais (barbacoas). Siempre ponen música country de fondo.
O Kwaito. «Ja, es un género musical con un ritmo más agradable», sonríe.
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