En lo que podría convertirse en el mayor despido masivo hasta la fecha, Gold Fields planea despedir a unos 15.000 mineros que están en huelga, si no regresan a sus puestos de trabajo mañana, día 18 de octubre.
La compañía Gold Fields [surafricana] se une a Gold One [chino-surafricana], Anglo Platinum [anglo-americana] y Kumba Iron Ore [subsidiaria surafricana de Anglo American]. Todas ellas han adoptado una postura firme contra la oleada de huelgas que ha paralizado el sector de la minería, despidiendo a miles de trabajadores.
El director ejecutivo de Gold Fields, Nick Holland, dijo ayer que la compañía ha emitido un ultimátum “tras haber agotado todas las alternativas razonables y legales”.
Esto tiene lugar después de un mes de huelgas ilegales que han paralizado la actividad de la compañía en West Rand. Esa huelga desde entonces se ha extendido a otras minas de la misma y otras compañías.
Nada menos que 100.000 mineros se unieron a la huelga sin protección, a raíz de los tiroteos de Marikana, en los que murieron 34 mineros, el pasado mes de agosto.
Holland dice “Mucha gente está dispuesta a volver al trabajo, pero no pueden hacerlo porque se lo impiden bandas de “intimidadores”.
Tras el fracaso de las negociaciones entre el sindicato Nacional de Mineros y la Cámara de Mineros, a principios de esta semana, Holland cree que el ultimátum es el único camino que les queda “para romper la escalada de violencia en nuestras propiedades”.
La postura tan dura de las compañías mineras contra las huelgas ilegales comenzó hace dos semanas, cuando Anglo Platinum despidió a 12.500 trabajadores. Gold One la siguió este lunes, con el despido de 1.417 trabajadores de su mina de Ezulwini. Las operaciones en la mina se han suspendido durante al menos 30 días.
Kumba no solo despidió a 300 trabajadores, interrumpiendo sus operaciones en Sishen, a principios de esta semana, sino que también presentó cargos por extorsión, intimidación, robo, allanamiento de morada, daños intencionados a su propiedad y desacato, ante los tribunales contra ellos.
Kumba tiene un complemento de personal de 13.000 trabajadores en la mina de Sishen. Los 300 huelguistas se habían apropiado de los equipos, que valen millones de rands, y detuvieron las operaciones en la mina, donde los trabajadores el año pasado, cobraron cada uno, un incentivo de 500.000 rands, y recibieron en dividendos 15.000 rands a principios de este año y un aumento de salario hace algunos meses.
La policía expulsó a los huelguistas de la mina el día 16 de octubre. La compañía dice que retomará las operaciones pronto.
Pero el Sindicato Nacional de Mineros ha expresado su preocupación por los despidos, que podrían empeorar las cosas. El portavoz del sindicato, Lesiba Seshoka dice que la emisión del ultimátum no ha tenido en cuenta el hecho de que muchos trabajadores no están tomando parte en las huelgas por su propia voluntad. “Es muy difícil trazar una línea entre nuestros miembros y las fuerzas perturbadoras que están causando las huelgas”, señaló.
Seshoka afirma que los directivos de las compañías mineras están aprovechando esta oportunidad en secreto para recortar sus plantillas.
Según Holland, todos los trabajadores de Gold Fields que se presenten a trabajar mañana a las 2 de la tarde, se beneficiarán de la anterior propuesta, presentada por la Cámara de Minas, que incluye una serie de ajustes a los actuales acuerdos de salarios.
La propuesta se trasladaría en un aumento del 3% del salario, según el directivo de la compañía. Sin embargo, Holland se apresuró a explicar que su compañía no está rompiendo filas con el resto de la industria, que ha decidido no “gratificar el comportamiento ilegal”.
“Es necesario atenerse a los acuerdos salariales existentes”, dijo, añadiendo que es “bastante posible” que el resto de compañías mineras hagan lo mismo que ellos.
(Times Live, 17-10-12)