Un grupo de organizaciones de la sociedad civil de Malaui ha dado un ultimátum de 100 días al gobierno pidiendo reformas financieras y electorales.
Decenas de ciudadanos comprometidos se reunieron en Lilongwe para presentar una petición a la Asamblea de la Ciudad de Lilongwe en protesta por los problemas financieros, que tiene como resultado un aumento de las acciones de huelga.
Los manifestantes también pidieron un cambio en las leyes electorales y la vuelta de los casi 90.000 euros donados por la Comisión Nacional del SIDA a la organización de caridad de la primera dama Gertrude Mutharika, Beautify Malawi (Beam).
Beam no tiene conexión con el asunto del VIH y del sida, y la donación se ha visto como una dádiva a la esposa del presidente.
Acción ciudadana
Las huelgas han paralizado algunos departamentos del gobierno, incluyendo el de salud y el de educación. El poder judicial también ha estado en huelga, con los tribunales parados durante tres meses, e incluso la Universidad de Malaui ha cerrado.
Uno de los organizadores de la protesta, Gift Trapence, que es el director ejecutivo del Centro de Desarrollo de Personas, dijo que las demostraciones habían sido pacíficas y que el grupo había logrado entregar una petición al gobierno.
“Les hemos dado cien días para responder a nuestra petición. Hemos pedido a Beam devolver el dinero a la Comisión Nacional para el sida dentro de tres semanas”, dijo Trapence.
Las organizaciones de la sociedad civil también están exigiendo la rápida implementación de las leyes electorales que requerirían al presidente elegido darle más del 50% de los votos emitidos, declaró Trapence.
La mayoría no gobierna
Actualmente Malaui sigue el principio« “first past the post”», que permite a un candidato presidencial con menos del 50% de los votos ganar las elecciones. El presidente Peter Mutharika ganó las elecciones presidenciales de 2014 con el 36,4%.
Las demostraciones solo tuvieron lugar en Lilongwe porque las fuertes lluvias golpearon Blantyre durante dos días, guardándose la gente de salir a las calles.
Once personas han muerto y miles han sido desplazadas por las inundaciones, mientras muchas carreteras han sido l arrastradas por las inundaciones
Mail And Guardian
Traducción Miguel Obregón