La casa de gobierno de Uganda ha vendido uno de los aviones del presidente Museveni, terminando así con las críticas públicas sobre que el presidente estaba manteniendo dos carísimos aviones de lujo, para su bienestar, a expensas de los contribuyentes.
El responsable de cuentas de la casa de gobierno de Uganda, Richard Muhinda, declaró ante los parlamentarios del comité de Asuntos Presidenciales, que el avión Gulfstream IV, que el gobierno había comprado hace diez años, había sido vendido en diciembre de 2009, en los EEUU, en un acuerdo que obtuvo 10 millones de dólares para el país, la mitad de su valor.
“Me complace anunciar que el viejo avión presidencial ha sido vendido finalmente por un importe de 10 millones de dólares”, señaló, añadiendo que lo habían vendido en EEUU y que “el dinero fue inmediatamente transferido al Fondo Consolidado del Banco de Uganda”.
Mientras que el responsable de las cuentas de la casa presidencial insistía en que había sido un buen acuerdo, dado el hecho de que otros países con 66 aviones Gulfstream IV, no han podido vender los suyos, los diez millones de dólares no son los 20 millones que el gobierno esperaba ganar con la venta hace dos años. El avión costó 30 millones de dólares y ha sido vendido después de que el presidente Museveni haya adquirido un lujoso nuevo avión, el Gulfstream V, el año pasado, por un importe de 48 millones de dólares. El nuevo avión se compró con un préstamo del Banco de Uganda. Sin embargo, de los 48 millones de dólares, la casa de gobierno ha pagado hasta el momento 7 millones de dólares.
En el año 2000, el Fondo Monetario Internacional retrasó, aunque al final aceptó, la aprobación del alivio de una deuda de 640 millones de dólares para Uganda, mientras esperaba a recibir explicaciones de por qué se había comprado un avión tan caro, de 30 millones de dólares, para el presidente Museveni.
Esta compra no se declaró ante los donantes y fue descubierta cuando la decisión del alivio de la deuda estaba a punto de anunciarse. Los donantes cuestionaron el por qué un país pobre debería disfrutar del lujo de un jet privado para su presidente, cuando los jefes de estado de países mucho más ricos, no lo hacían.
Preguntado sobre quién compró el avión, el señor Muhinda dijo que la casa de gobierno contrató a un agente de ventas estadounidense, Mike Ellis Associates, que realizó la transacción en nombre de la presidencia de Uganda.
Yasiin Mugerwa, corresponsal de Citizen en Kampala.
(The Citizen, Tanzania, 03-03-10)
