Uganda ¿Qué está pasando con Museveni?, por Antonio Molina

25/09/2009 | Bitácora africana

Lo que empezó como una protesta protagonizada por los partidarios del rey de Buganda, un influyente líder tradicional, degeneró en batallas por las calles y avenidas de la capital entre los manifestantes y las fuerzas del orden. Resultado, 14 muertos, decenas de heridos y de encarcelados. Los grupos de defensa de los Derechos Humanos describen esta reacción, como un uso excesivo de la fuerza por parte del aparato de seguridad del Estado, contra el más numeroso e influyente grupo étnico del país. Esto podría costarle muy caro al veterano hombre fuerte de Uganda, Yoweri Museveni, que ha controlado con mano férrea su país durante más de 23 años, si estos disturbios ponen en peligro el equilibrio nacional.

QUIENES SON LOS BAGANDA

Los Baganda son el pueblo establecido en Buganda, poderoso reino pre-colonial situado al sur del país, la región más rica, próspera y desarrollada de Uganda. Por eso han tenido siempre gran influencia política y económica.

Cuando los británicos invadieron el país, los Baganda resistieron con las armas. Esta región da su nombre a todo el país: Uganda

El The Monitor , un periódico favorable a la oposición, da el siguiente aviso:”La guerra entre Buganda y el presidente Museveni sólo puede tener un vencedor y podría dividir el país en mil pedazos con mucha facilidad. A menos que se controle, este distanciamiento podría tener serias repercusiones sobre los patrones de voto de las próximas elecciones de 2011 o incluso sobre la estabilidad nacional.”

Los Baganda fueron siempre oprimidos por todos los presidentes naturales del norte: Milton Obote, Idi Amín y Tito Okello; al ser elegido un presidente sureño, Yoweri Museveni, habían encontrado un aliado dispuesto a ayudarles. Museveni pertenece a la etnia minoritaria de los Banyankole.

En un cuidadoso y bien calculado movimiento, Museveni, en 1993, restauró simbólicamente el reino de Buganda, situándolo bajo la autoridad del Gobierno Central de esta República Federal.

En agradecimiento a la restauración de la monarquía, Museveni consiguió el apoyo sin restricciones de Buganda en las elecciones de 1996, 2001, y 2006.

Durante los dos últimos años, sin embargo, el idilio se ha avinagrado, pues muchos Baganda aspiran a liberarse del control de Museveni, ya que el descubrimiento de petróleo en la región ha disparado las aspiraciones de aprovecharse del oro negro.

Según un manifiesto Baganda, emitido recientemente, los súbditos del rey se han sentido traicionados desde hace poco, por “un gobierno autocrático que intenta monopolizar los recursos de sus tierras nativas y aviva las discordias étnicas.” Las violencias del mes pasado surgieron cuando el gobierno prohibió al rey visitar una zona controlada por una tribu mucho más pequeña, que recientemente recibió el respaldo del Gobierno.

EL REGRESO DE ALGUNOS LÍDERES DE LA OPOSICIÓN

Benson Obua Ogwai, parlamentario del norte, que estuvo involucrado en la organización del retorno a Uganda de Olara Otunnu, importante figura de la oposición, declaró que los últimos acontecimientos son una evidencia más de que Museveni ha optado clara y deliberadamente por la estrategia de divide y vencerás. El mismo Obua, miembro destacado del partido UPC – Congreso del Pueblo de Uganda – (de sus siglas en inglés), declaró: “Parece, por la manera como marchan las cosas, que probablemente el Gobierno ha perdido ya Buganda. Total, que le ha salido el tiro por la culata.” El mismo Obua opina:” En general, el clima político en Uganda es muy tenso…Este régimen está muy nervioso, actualmente está en su punto más bajo.”
Las manifestaciones políticas, poco frecuentes, comenzaron unas tres semanas después de que Olaru Otunnu, que fue ministro de Exteriores y experimentado diplomático, retornó del exilio en el que se mantenía desde el golpe de estado de Museveni en 1986. Muchos vieron en este regreso triunfal un serio desafío a la presidencia.

En su distanciamiento del rey de los Baganda, Ronald Muwenda Mutebi II, Museveni parece utilizar tácticas represivas, afirmando que pretende hacer una ley, que defina los reinos tradicionales como “instituciones culturales.”

El presidente, antiguo combatiente de guerrilla, lanzó una seria advertencia a los representantes de los Baganda, recordándoles que su Movimiento “ha luchado muchas batallas y que ganará ésta también.”

CERROJADO A LA INFORMACIÓN

El presidente ha ordenado que todos los programas de radio, que incluyen entrevistas, comúnmente conocidos como BIMEEZA, deben dejar de emitirse y que se arrestará inmediatamente a todos los “propagandistas” que los hayan utilizado como plataforma para desestabilizar la paz en el país. Museveni dio esta directiva el 16 de septiembre, por la mañana, en Kampala, durante una visita improvisada a la comisaría de Nteete, que fue quemada durante los disturbios.

El presidente declaró que “aunque las noticias de los medios son importantes para que fluya la información, los periodistas deben ser responsables y objetivos en su trabajo.” Según Museveni, algunos periodistas trabajan de manera poco profesional, difundiendo mentiras, y si no se les controla, podrían causar problemas a expensas de los ciudadanos inocentes.

El presidente expresó ante sus simpatizantes sus condolencias a las familias que han perdido a sus seres queridos durante los disturbios. Además ordenó el arresto inmediato del portavoz del Partido Democrático – DP – Betty Nambooze y sus colegas, que los residentes del distrito informaron haber sido la causa del caos, azuzando al pueblo por medio de sus programas de radio.

El comandante de la policía de Nateete manifestó que ya han detenido a los instigadores, a los que lanzaron los cócteles molotov y al dueño de la gasolinera que les vendió el combustible.

Museveni terminó prometiendo la reconstrucción de la comisaría del distrito y prometió que dotaría a la policía con vehículos para realizar patrullas móviles, para que puedan responder con más rapidez a situaciones, que reclamen su intervención antes de que se “desmadren” los desórdenes.

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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