En una carta enviada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uganda a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), el gobierno ha notificado la decisión de no renovar el mandato de su oficina en Kampala más allá del actual, citando el progreso del país en el desarrollo de la capacidad autónoma para monitorear los derechos como la razón principal de su decisión.
Según la carta del ministro, las instituciones nacionales para el mantenimiento de la paz y la protección de los derechos humanos son lo suficientemente sólidas como para prescindir de la oficina, aunque asegura que se mantendrán las relaciones con la OACNUDH en Suiza, a través de la Misión Permanente de Uganda en Ginebra.
En los últimos años, el gobierno del presidente Yoweri Museveni ha sido criticado, tanto por miembros de la oposición, como activistas por los derechos humanos y países occidentales, por cometer diversas violaciones de derechos, incluidas torturas, detenciones ilegales y ejecuciones extrajudiciales de opositores y críticos. Sin embargo, desde el gobierno y funcionariado público se ha negado repetidamente cualquier tipo de acusación alegando que todas las fuerzas de seguridad implicadas en abusos contra los derechos humanos han sido debidamente castigadas.
Museveni, de 78 años, lleva desde 1986 al frente del gobierno de Uganda. El líder ha consolidado y mantenido su poder gracias a una cultura de patrocinio político y una red clientelar de comisionados de distrito que se extiende a nivel nacional.
Frédéric Musisi
Fuente: Monitor
[Traducción y edición, Elena Cañete Montilla]
[CIDAF-UCM]