Con un mundo altamente dependiente del petróleo y del gas, no es de extrañar que África esté considerando un oleoducto tan devastador. En 2006, Uganda descubrió 1.700 millones de barriles de recuperable petróleo comercial en la región de Albertine Graben. En febrero de 2022 se llevó a cabo la última explotación del petróleo, que incluyó a los socios del proyecto Total, CNOOC, UNOC y TPDC. Los socios anunciaron una decisión de inversión final o FID con respecto al lanzamiento de los Proyectos de Desarrollo del Lago Albert. Estos proyectos representan una inversión de 10.000 millones de dólares, pero incluyen también dos proyectos de extracción y la construcción del Oleoducto de Crudo de África Oriental, o EACOP. El EACOP es un planeado oleoducto que transportará aproximadamente 200.000 barriles de petróleo crudo por día a través de Uganda hasta el puerto de Tanga. Este oleoducto es peligroso y destructivo para el medio ambiente, la gente y los animales que viven en la región.
China también tiene sus manos en el bolsillo del petróleo, ya que compañías chinas como China National Offshore Oil Corporation (CNOOC) están actualmente involucradas en los esfuerzos petrolíferos que se llevan a cabo en Uganda. Estos esfuerzos esperan extraer petróleo para 2025 y también construir el EACOP. Este trabajo continúa a pesar de que el presidente Xi Jinping no solo representa a China mientras ocupa la presidencia del Convenio sobre la Diversidad Biológica, sino que también declaró en un discurso de 2021 que “proteger la biodiversidad ayuda a proteger la Tierra, nuestra patria común, y contribuye al desarrollo sostenible de la humanidad«. Mientras habla de salvar la tierra, las compañías petroleras que él manda están organizadas para la destrucción. Estas compañías petroleras están haciendo poco para alinear sus acciones con las promesas de Xi, quien hace elevadas declaraciones sobre salvar la biodiversidad del mundo de las acciones destructivas, las mismas acciones en las que participa su país.
Muchos consideran que el EACOP es monstruoso y el Instituto de Responsabilidad Climática descubrió que el EACOP causará 379 millones de toneladas de contaminación por calentamiento climático. Eso es 25 veces las emisiones anuales combinadas que Uganda y Tanzania producen anualmente. Con el cambio climático afectando nuestra vida diaria y acabando con la biodiversidad de la que dependemos, este proyecto solo ayudará a avanzar en la destrucción de nuestra tierra. Nuestro planeta no puede aguantar más asfixia con niveles de dióxido de carbono que crecen anualmente. Los efectos que la contaminación está teniendo en nuestro ecosistema son enormes y aterradores y un proyecto como éste solo hará avanzar aún más el daño irreparable que se le está haciendo al planeta.
Este oleoducto destructivo tendrá también lugar junto a la cuenca del lago Victoria, que resulta ser la reserva de agua dulce de África. Esto es horrible, ya que un solo derrame de petróleo podría ensuciar completamente el suministro de agua destruyendo sus propiedades, la tierra y el medio ambiente que lo rodea. No solo eso, sino que la contaminación y la posibilidad de un derrame de petróleo podrían acabar con los animales y la gente de la región. 40 millones de personas dependen de esta cuenca para obtener agua potable. Sin embargo, es evidente que China, que hace grandes promesas, tiene poca consideración por las personas o el medio ambiente. Este proyecto podría conducir fácilmente a la destrucción de gran parte de vida en África, tanto humana como de otro tipo. China está demostrando que solo le importa el todopoderoso dólar, ya que pone a grandes comunidades en un peligro muy real de destrucción.
Estos proyectos tienen enormes consecuencias, como la destrucción del acceso al agua, la ruina de la economía local, la destrucción de los negocios que existen y se benefician de las tierras naturales, provocando problemas de empleo, escasez, etc. El EACOP implica también el reasentamiento de 1.700-3.000 hogares, muchos de los cuales son comunidades indígenas. Se sospecha que otros 14.000 perderán tierras. Está claro para los lugareños, y para muchos otros en todo el mundo, que a China solo le importa su cuenta bancaria, ya que los lugareños se encuentran luchando por la tierra en la que han vivido feliz y respetuosamente durante siglos.
A menudo era un tropo, sorprendentemente dorado, que el petróleo traería la prosperidad. Lo hemos visto en los EE. UU., con promesas de que el oleoducto Keystone XL generaría empleos y lo hemos visto en lugares como Angola, Irán y Nigeria, que descubrieron petróleo y lo extrajeron, pero terminaron destruyendo sus tierras y su forma de sociedad. La dura verdad es que el petróleo no siempre crea prosperidad, no ayuda a quienes viven en Uganda y se verán desplazados. En cambio, tiene el potencial de crear más pobreza y violencia en los lugares donde existen estos tipos de proyectos. Crea división y hace que la gente llegue a situaciones extremas a medida que les arranca su forma de vida. La EACOP hará lo mismo, ya que destruye la tierra y las comunidades que en ella viven, poco a poco y barril a barril. El petróleo no es oro negro, sino que a menudo resulta ser muerte negra, corriendo libremente hacia el abismo.
Amanda Platts
Fuente: Pressenza
[CIDAF-UCM]