En Kampala, la capital, las sectas fundamentalistas cristianas lanzan anatemas homófobos, mientras que los políticos procuran ganar votos con sus eslóganes intolerantes. Hay quien pide la pena de muerte para los gays y lesbianas.
LA ORACIÓN DEL RVDO. MARTÍN SSEMPA
Las invocaciones y letanías de los pastores evangélicos invaden las diversas iglesias de Kampala. Uno de los más exaltados es el rvdo. Martín SSEMPA, pastor de una secta fundamentalista americana.
He aquí algunas de las imprecaciones y oraciones extraídas de su letanía homófoba:
– “Señor, líbranos del mal de la homosexualidad!
– “Dios todopoderoso, castigad a los depravados que contagian el Sida.
– Padre eterno, elimina la plaga de inmoralidad, que corroe a nuestro pueblo.”
La cruzada de los antigays va viento en popa, utilizando todos los medios: procesiones, impresos, manifestaciones cristianas y los medios electrónicos.
El mismo pastor SSEMPA tuvo la idea de mostrar en su iglesia un filme porno, para que sus fieles se horrorizaran con los pecados de la homosexualidad.
Esta iniciativa tuvo gran repercusión mediática y fue aplaudida en el parlamento por numerosos diputados de varios partidos.
LA DESVIACIÓN MORAL DE LA SOCIEDAD
Este tema entró con mucha fuerza en la campaña electoral para la elección del presidente, el pasado 18 de febrero.
Es bueno recordar, que en Uganda la homosexualidad es un crimen que se castiga con 14 años de cárcel. Un diputado ultraconservador, David Batí, ha presentado un proyecto de ley, que prevé la pena de muerte para cualquiera se torne culpable del “horrendo crimen de comportamiento homosexual”. Esta propuesta ha suscitado indignadas protestas en la Unión Europea y en los EE UU. El presidente Barak Obama la ha calificado de “proposición odiosa”.
Hasta los obispos católicos de Uganda han solicitado la inmediata anulación de esta propuesta de ley tan cruel.
LA CAZA AL HOMBRE
El reelegido presidente Yoweri Museveni molesto por el daño suscitado por este ambiente y preocupado por perder el apoyo de los países donantes extranjeros, ha suspendido, por el momento, la discusión de esta ley. Pero un periódico local, el “Rolling Stone”, ha tenido la ocurrencia de reanimar la polémica, publicando las fotos de 15 presuntos homosexuales ugandeses, con sus nombres y domicilios, bajo el título picante: “Condenados a la castración”.
El gobierno de Kampala, debido a las presiones internacionales, se vio en la obligación de suspender la publicación, que había anunciado la publicación de otra lista incluyendo a otros 100 gays con sus nombres y residencias. Pero la policía no ha conseguido impedir la caza de los gays. Decenas de homosexuales han sido agredidos y maltratados.
LABOR DE LOS ACTIVISTAS DE LOS DERECHOS HUMANOS
Un activista de los Derechos Humanos, Franck Mugosa, cuenta que ha encontrado a personas que se arriesgaron a ser linchadas, apedreadas y azotadas con ramas de árboles, expulsadas de sus puestos de trabajo y hasta repudiadas del seno de sus familias.
Mugías ha lanzado un llamamiento desesperado: “Que todos cesen la infamante campaña de odio contra los gays antes de que sea demasiado tarde.”
CONCLUSIÓN
Lo que está pasando en Uganda es sólo la punta del iceberg, pues en numerosos países de África la intolerancia hacia los homosexuales tanto gays como lesbianas- está muy arraigada y las personas con inclinaciones homosexuales viven acobardadas, escondiendo esa tendencia hacia las personas del mismo sexo. Pocos países tienen leyes que definan el status de los gays y menos aún quienes los reconocen y protegen en sus derechos ciudadanos.