UE – UA y la crisis alimentaria

28/04/2008 | Editorial

Con sorpresa leo, que una comisión de la Unión Europea y la Unión Africana se han reunido, para anunciar la creación de un foro que discuta el aumento de los precios de la comida y las causas que lo provocan. La llamada crisis alimentaria, se venía venir desde hace tiempo. Un informe de la OCDE-FAO el año pasado,, titulado : “Perspectivas de la agricultura: 2007-2016”, anunciaba ya que las sequías y “cambios estructurales, como una mayor demanda de materias primas para la producción de biocombustibles y la reducción de excedentes, provocada por las últimas reformas de las políticas podrían mantener los precios por arriba de los niveles de equilibrio histórico, durante los próximos diez años”. [[OCDE-FAO Agricultural Outlook 2007-2016, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, París y Roma: 2007.]]

La OCDE-FAO también señaló que, “aunque los precios más altos de la materia prima para biocombustibles benefician los ingresos de sus productores, implican costos más elevados y menores ingresos para quienes usan esa misma materia prima para producir alimento para animales. “ Esto implica que los llamados “bio-combustibles”, mejor llamados agrocombustibles, porque de “bio”, “vida”, tiene poco, sólo beneficiaría a unos pocos, que se enriquecerían, mientras afectaría gravemente al resto de la población, que depende de la producción de víveres para comer, y alimentar a los animales.

Hay estudios que muestran como la agricultura se está enfrentando a nuevos retos:

1. la degradación de los recursos naturales.

2. el cambio climático

3. el comercio y la liberalización de los mercados,

4. los agrocombustibles.

Pero parece que los políticos no están satisfechos y se reúnen para acordar una reunión que establezca un comité que ordene un estudio sobre lo que ya se ha estudiado. Parece que a los políticos les da miedo tomar decisiones que rectifiquen las actuales tendencias para paliar el sufrimiento de los más pobres., y prefieren diferir cualquier decisión.

Una de las conclusiones que se puede sacar ahora mismo, con los datos que tenemos, es que los países industrializados, en la medida en que contribuyen a la degradación de los recursos naturales y al cambio climático, tienen un deber ético de aumentar su apoyo a programas, que faciliten la adaptación agrícola a las nuevas circunstancias medio-ambientales. Mientras los países industrializados han causado estragos medio ambientales potenciando el cambio climático emitiendo gases de efecto invernadero durante muchas décadas, son los países en vías de desarrollo, que dependen principalmente del sector agrícola, los que sufren y sufrirán en mayor medida de las consecuencias: sequías, inundaciones, hambre y enfermedades.

La Comisión Europea tiene que actuar ya, antes de que sea demasiado tarde, y dejar de aplazar sus decisiones invocando ignorancia.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster