La vida de Tite Ndekaze es una historia de perseverancia y trabajo duro. Cuando estaba necesitado, la esperanza parecía un espejismo para este residente del distrito Gakenke, Nemba, de la localidad de Gisozi. Pero como se suele decir, si no va todo bien, es que no es el final, y la suerte de Ndekaze comenzó a cambiar cuando los habitantes del distrito lo eligieron a él y a otros pocos como las personas más vulnerables que merecían recibir ayuda para mejorar su posición social y económica. Según cuenta el propio Ndekaze «Era extremadamente pobre, cultivaba las tierras de otras personas para sobrevivir. Luego los vecinos me eligieron como una de las personas más pobres para que pudiera recibir ayuda del programa Ubudehe. Me dieron unos 48 euros para montar un pequeño negocio de venta de cerveza de sorgo».
Ndekaze comenzó el negocio en 2005. Dos veces a la semana, producía cerveza de sorgo para luego venderla «Era proveedor de bidones de cerveza para bares pequeños, y ganaba entre 4 y 9 euros a la semana. Trabajé durante un año y me compré una vaca. Utilicé abono en el pequeño terreno del que disponía y así mejoró la producción agrícola». La vaca tuvo un ternero y lo vendió por 106 euros. En 2007 empleó ese dinero y los ahorros generados por la cerveza para comprar un terreno pequeño por unos 160 euros.
El hecho de que consiguiera una vaca, un negocio y un pequeño terreno en tan poco tiempo hizo que las autoridades locales reconocieran su esfuerzo y le respaldaron para pedir un préstamo al banco.
Trabajar con bancos
Ndekaze no pudo conseguir una gran suma de dinero porque el negocio aún era pequeño, pero sí que consiguió un crédito de 96 euros con el Banco Popular de Ruanda que le permitió adquirir una parcela de terreno. Utilizó esa parcela junto con el resto de sus propiedades como aval para obtener otro préstamo, esta vez de 425 euros.
En 2009 empezó a comerciar artículos de alimentación y consiguió beneficios. Cuenta que comenzó como minorista, pero que a menudo vendía grandes cantidades a otros minoristas de los mercados en Gakenke. Desde entonces nunca ha mirado atrás y su negocio se ha expandido: «La venta de alimentos mejoró mi situación económica. Conseguí obtener unos beneficios de unos 213 euros al mes… Seguí realizando operaciones con el banco, ingresando y sacando dinero, y así me convertí en un cliente habitual. Antes de que acabase el año 2009 ya había devuelto el préstamo y me quedaban ahorros en la cuenta. Solicité otro préstamo y me concedieron uno de 1.053 euros».
Proveedor de alimentos para colegios
En 2010 Ndekaze ganó un concurso público para ser el proveedor de alimentos de algunas escuelas de la zona, APRODOSOC Nemba y más adelante el College Communal de Nyarutovu. Ndekaze explica que «Contaba con capital suficiente y podía solicitar préstamos bancarios sin grandes dificultades. Conseguí un préstamo de 1.053 euros del Banco Popular de Ruanda y, junto con mis ahorros, pude iniciar el negocio con las escuelas», y añade que comenzó con cerca de 3.200 euros: «Empecé con una escuela y suministraba alimentos como patatas irlandesas, patatas dulces, harina de maíz, judías y leña, entre otros». En 2011, según se expandía el negocio, acudió al Banco de Kigali y obtuvo un préstamo de 5 millones de francos.
Desde entonce Ndekaze cuenta que gana 500 000 al mes, ya descontados los impuestos y los sueldos de sus empleados, y expone que «He suministrado toneladas de alimentos a las escuelas y además mantengo una relación cordial con los bancos. Ya he saldado todas mis deudas con ellos y podría solicitar otro préstamo, pero ya no lo necesito… La vida de la que me sacó el programa Ubudehe me enseñó a ser perseverante y tener las ideas claras… Agradezco al gobierno que trabaje duro para ayudar a las personas pobres, sin su apoyo podría haberme convertido en un esclavo de la pobreza».
Ndekaze anima a trabajar duro y que empiecen con lo poco que tengan. Actualmente, ha Ganado otro concurso de 10.600 euros con el College Communal de Nyarutovu.
Una historia compartida
Ndekaze no es el único que ha mejorado sus condiciones gracias al programa Ubudehe. Theoneste Dushimimana, de 32 años, padre de tres niños y residente en Nemba, dejó los estudios por cuestiones económicas. Se formó en la confección, pero no consiguió una máquina de coser propia, por lo que tenía que utilizar una que alquilaba mensualmente. Le seleccionaron para recibir la ayuda del programa Ubudehe, y le dieron 48 euros. Dushimimana cuenta que con ese dinero «Compré una máquina de coser, y un año después conseguí comprar dos más. Formé a otras cinco personas de una ONG local y me pagaron 319 euros por seis meses… Firmé un contrato con APRODOSOC Nemba para confeccionar los uniformes de los alumnos, y contraté a otras cuatro personas para poder hacer el trabajo, ya que el colegio tenía muchos alumnos… Entre los clientes del colegio y otros de fuera, en 2009 llegué a tener 3.190 euros en mi cuenta bancaria. Solicité un préstamo de 638 euros y construí un edificio para alquilarlo por valor de 7.442 euros». Tres inquilinos le pagan 53 euros al mes, y afirma que las ganancias totales al mes por los alquileres suman entre 159 y 213 euros.
Dushimimana siguió trabajando duro y compró un solar, en el que está construyendo una casa. Afirma que «Mis condiciones de vida han cambiado, ya no me falta comida, ni tampoco otros elementos básicos. También sé que tendré propiedades que dejar a mis hijos cuando fallezca».
El programa Ubudehe
Ubudehe es un sistema ruandés de cooperación intracomunitaria que se basa en acciones individuales y colectivas. Lo inician y lo desarrollan los propios ruandeses desde las autoridades administrativas descentralizadas más cercanas a los receptores (distritos o pueblos). Se trata de un programa para el desarrollo socioeconómico en el que se apoya a los habitantes a que participen de forma activa en la mejora de su situación, a través de actividades como la construcción de casas, de carreteras o la movilización de recursos.
La primera fase del programa Ubudehe comenzó en 2002 y la segunda en 2005. Hoy sigue activo en su lucha contra la pobreza. Los propios miembros de la comunidad local identifican los problemas de desarrollo existentes y deciden a cuáles dar prioridad para combatir la pobreza en los vecindarios. El programa Ubudehe lo administra el Ministerio de Gobierno Local y se fundó en una acción conjunta entre el Gobierno de Ruanda y la Unión Europea. En 2008 Naciones Unidas premió el programa Ubudehe por su buena organización y desarrollo, que destacó entre los programas de otros 150 países participantes.
Jean d’Amour Mbonyinshi
The New Times (Ruanda)
