Túnez: vigilancia

19/01/2011 | Opinión

Esto no es una crisis social, sino la emergencia de una sociedad real, que el antiguo régimen no ha podido, o no puede, escuchar. Por todas partes leemos, vemos y escuchamos que las élites ya se están colocando en las “confortables primeras posiciones” de la revolución. Abundan los debates enriquecedores, a través de los periódicos, las ondas de las radios privadas, las cadenas privadas de televisión, hasta la Televisión Nacional ha eliminado su logo del 7 de noviembre, pero sigue siendo cauta en cuanto a ciertos tabús, todavía obstinada y tiene miedo… Sin embargo: los periodistas entienden la importancia de este momento histórico.

Las llamadas élites no se sentirán inspiradas para dar lecciones a los jóvenes que gritan su rabia y su angustia en un sensacional arranque de dignidad. Pero tienen el derecho de informar, de explicar, de hablar del futuro y de autocrítica también, porque las reivindicaciones materiales de los jóvenes y las reivindicaciones de los intelectuales de las élites se han unido: pan y democracia; democracia y pan… Nada que ver, pero nada, con la revolución francesa, que el bien pensante Occidente intenta recolonizar los grandes acontecimientos de nuestra historia.

Porque ayer, los sindicatos se salieron del gobierno de Unión Nacional antes incluso de haber entrado en él. Los ministros de la oposición reflexionaron sobre ello… El RCD, “Al Hizb” es la manzana de la discordia… A causa de su dictado, sobre todo el aparato estatal, dictado fuertemente estructurado por Ben Ali. Tal vez, se haya subestimado todos estos últimos años los resortes, la capacidad de regeneración del sindicato, después de haber intentado convertirlo en vasallo… Este conflicto histórico debe, sin embargo, permanecer transversal, democrático e institucional.

Porque Mohamed Bouazizi* no se inmoló por el fuego para que el partido y el sindicato repitieran el enero del 78… La situación ha cambiado, de hecho, a partir de hoy, los islamistas están ahí.
Vigilancia pues… incluso si el pueblo tunecino no está dispuesto a desplegar la alfombra roja al regreso de Ghannouchi.

Raouf KHALSI

(Le Temps, Túnez, 19-01-11)

Traducido por Rosa Moro.

* Mohamed Bouazizi fue un joven universitario tunecino en paro, dedicado a la venta ambulante, que se inmoló quemándose en público el 17 de diciembre de 2010, en señal de protesta por las condiciones económicas y el trato recibido por la policía. Su muerte el 4 de enero de 2011 desencadenó las protestas que han derrocado al presidente Ben Ali.

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