El gobierno saliente de Túnez anunció el pasado jueves la suspensión de la anunciada subida del precio de la energía. La suspensión ha supuesto el segundo revés político en dos semanas, después de las protestas populares que forzaron al gobierno a descartar una subida de impuestos prevista en el presupuesto de 2014.
Tres años después del derrocamiento del líder autocrático Zine El-Abidine Ben Ali en una revuelta, los tunecinos estaban irritados por los altos costos de la vida y la falta de oportunidades económicas. Pero los organismos de concesión de créditos internacionales han estado presionando a Túnez para que recortara subsidios públicos con el fin de reducir el déficit presupuestario con el que el gobierno espera haber alcanzado el 6,8 por ciento de la producción nacional del año pasado.
Túnez había presupuestado inicialmente 2.590 millones de dólares para subsidios de alimentos y energía en 2014, frente a los casi 64 millones de dólares en 2013.
El ministro de Finanzas tunecino, Ilyas Fakhfakh, declaró a la agencia de noticias estatal TAP que “Hemos decidido suspender el incremento planificado de los precios de la energía para 2014”.
Dijo que los ingresos del incremento previsto habían sido estimados en un total de 220 millones de dinares en 2014. Fakhfakh, quien con otros ministros dejó el cargo brevemente, bajo un acuerdo que transfirió el poder a un gobierno interino, no comentó sobre cómo podría ser cubierto el déficit presupuestario
La última semana las protestas y huelgas llevaron al gobierno islamista saliente a suspender un incremento en el impuesto sobre vehículos. El ministro tunecino de Finanzas dijo a Reuters la pasada semana que el gobierno tomó las medidas necesarias para mantener el déficit presupuestario bajo control.
The Punch (Nigeria)