El Consejo Nacional de Seguridad de Túnez, encabezado por el presidente Beji Caid Essebsi, adoptó el lunes una estrategia para combatir el «terrorismo y extremismo», tan solo dos días después de que el Estado islámico se responsabilizara de la muerte de un soldado asesinado en su casa, en la región central, un lugar de refugio impoprtante para los grupos yihadistas
El país del norte de África lleva experimentando el aumento del extremismo religioso desde la revolución de 2011, que acabó con el régimen del dictador Zine El Abidine Ben Ali. Desde entonces, sus fuerzas de seguridad han estado luchando contra el movimiento yihadista, responsable hasta la fecha de matar docenas de soldados y policías, así como civiles, incluyendo a 59 turistas extranjeros.
La presidencia de Túnez, ha expresado que la «estrategia nacional de lucha contra el extremismo y el terrorismo se articula alrededor de los cuatro ejes principales: prevención, protección, procedimientos judiciales y represalias». Por el momento no se han conocido más detalles sobre el plan, pero si ha salido a la luz que ha sido un acuerdo entre la presidencia, ministros, altos mandos de seguridad y miembros de la sociedad civil.
AFP
[Traducción y edición, Marta de la Mata]
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