El sindicato más grande de Túnez ha criticado al gobierno de su país por haber negociado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para aceptar un préstamo que endurará más al país. Se trata de un paquete de rescate de casi 2.000 millones de dólares, totalmente financiado por el FMI, bajo la condición de que Túnez acepte una serie de reformas.
A pesar de que en octubre de 2022 se llegó a un acuerdo sobre el préstamo, las conversaciones con el FMI se habían estancado durante meses porque Kais Saied, presidente de Túnez, no se comprometía a reestructurar los organismos públicos y suspender los subsidios a los bienes básicos, tal y como había solicitado el organismo internacional. El FMI ha pedido sacar adelante la legislación necesaria para reestructurar más de 100 empresas estatales, que tienen monopolios sobre muchas partes de la economía y en muchos casos están muy endeudadas.
Noureddine Taboubi, líder del sindicato, denunció que las condiciones del FMI para otorgar el paquete de rescate “empobrecerían aún más al pueblo tunecino” en un país donde la inflación ya supera el 10 % y el desempleo es mayor al 15 %.
Fuente: The North Africa Journal
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
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