Tu anonimato es tu problema. Tu vida es parte de mi historia, por Nse Ramón

29/10/2013 | Bitácora africana

Ésta carta es a título personal. La opinión versada en ella no puede ser trastocado para supuestamente generalizar su contenido. Gracias.

Desde que me metí en esto de criticar a la dictadura en el formato actual que llevo, una de las barreras que tuve que saltarme era la barrera de la imagen pública. Que para estos casos, suele estar muy mal vista si lo que se critica es una cosa tan peligrosa como un régimen absolutamente totalitario, peligroso, obsoleto y sin más futuro que la desgracia generalizada de sus miembros más activos. Así que pensé que lo mejor para mi, era mostrarle al mundo mi vida.

Los medios de comunicación «de control internacional» tales como facebook, y otros, me dieron la oportunidad que no tuve en Guinea Ecuatorial, mi país, en el que ya estaba igual de LOCO. Pero me faltaba el medio fiable para que no se censurara mi activad como si la de un delincuente se tratase. Supe, supongo, saber sacarles provecho. Y los resultados son los que son. En términos generales, los empleados de LOCOStv, y su brazo largo RADIO MACUTO implicado en el colectivo LA VOZ DE LOS SIN VOZ, podemos decir de que hemos tenido éxito en el tiempo que llevamos en activo. Teniendo en cuenta también de que llevamos más de 7 meses censurados por el aparato propagandístico del régimen dentro del ámbito nacional, entonces no cabe duda de que también hemos alcanzado el primer objetivo base de nuestra lucha: HACERLES A LOS DEL RÉGIMEN DICTATORIAL DE TEODORO OBIANG NGUEMA MBASOGO QUE NOS TENGAN PÁNICO.

Pero la lucha es lo que es cuando la llevas a cabo a cara descubierta. Las consecuencias son aveces muy pesadas. Pero he ahí la entereza, la convicción, la decisión, la perseverancia, la seriedad, la postura ideológica, personal, clara, la responsabilidad para con uno mismo y la más que importante PERSONALIDAD, para que uno no se deje amilanar por nadie, absolutamente nadie, que sepa que en frente tenemos a un ogro que le obliga a él o ella a tener miedo, y tratan de volver a venderte ese miedo como «mejor opción para no meterte en serios problemas con ellos que mandan».

Por lo tanto, si el final de todo esto se escribirá por otros que hayan tenido la oportunidad de saber quiénes éramos, cómo éramos, qué queríamos, cómo lo queríamos, qué proponíamos, para cuándo lo proponíamos. etc etc, entonces que no escriban nuestra historia, al menos mi historia, de tal forma que la inmensa mayoría que me conoce por mi actividad pública se base no me reconozca en el relato.

Mi historia la escribo yo. Es mi camino. Me cruzo con gente diferente en todo frente a mi persona e ideas. Pero ellos no deben poder llevar de mi estancia en sus vidas nada que no haya hecho yo. Lo que hago yo define quién soy. Lo que dejo de hacer yo define quien soy. Y lo que haga en conjunto, define quiénes somos yo y los metidos a lo que hicimos… O dejamos de hacer. La importancia de la personalidad de cara a la sin razón, de todos modos, no puede, ni debe impedir que la de los demás no se de en el formato que ellos hayan elegido para incluso hacer el mismo camino que tú. No tienen tu historia. Tú no tienes la de ellos. Escriben la suya. Sus historias son tan importantes, o incluso más, que las tuyas. Pero la importancia siempre se mide por el valor que le imprimen a las mismas. Lo mismo que el poco valor o sentido que dejen de imprimirle. Así me enseñaron aquellas personas que respondían a mi sangre. No recuerdo haberles visto escondidos, tapados, encasillados, pervertidos. Como tampoco recuerdo haberlos visto valientes, insistentes, consistentes, sólidos, fuertes ante lo que yo, a día de hoy, y públicamente, critico usando para mi propia fiabilidad mi identidad personal de la cual no me siento nada avergonzado, ni me siento mejor que nadie. Ni mucho menos dejo de entender a los que gracias a la lacra de Estado que tenemos, deben por razones excepcionales, y de seguridad ante todo, «tapar» lo que significan ellos. Y por lo tanto, tapar un poco lo que significa el país que supuestamente nos pertenece a todos.

En facebook, donde más me dejo las lentejas, resulta que hay mucha gente anónima. Gente que tiene todo el derecho del mundo a optar por esa forma de hacer sociedad en la red. Eso podría ser bueno, o podría ser malo. Dependerá siempre de la mirada que le ofrezcan otros como yo que escriben sus propias historias ligadas al futuro inmediato de nuestro país. Yo, a título personal, prefiero ver en ellos una potencia en la lucha que llevamos a cabo. Podría no resultar claro que lo exponga de esa manera. Pero todo tiene su explicación. Así que si lo entiendo yo, más que demasiado ya me es.

Abres facebook por la mañana, ves de que tienes una notificación de solicitud de amistad. Lo pinchas, y te sale una cara de una chica hermosisima, p la jeta de un tipo de la tele, o el rostro de algún animal. Lees el nombre que usa en facebook y te podría ser… por ejemplo… AmoAguineaMásQueAmiMamá «… quiere ser tu amigo en facebook». Alguien como yo, lo primero que hace es clickar «acepto». Luego automáticamente se me pregunta «¿Conoces a bla bla bla…?». A lo que suelo responder a todos, siempre, «SÍ». Eso último lo hago porque no quiero que facebook sepa quién es en realidad mi amigo y quién no en la vida real. Por eso, para facebook, TODOS MIS AMIGOS VIRTUALES SON MIS AMIGOS REALES. Y eso es justicia contra una red social que te limita, te vigila en nombre de gobiernos mentirosos y mafiosos y demás.

Bien, ya tengo a mi «nuevo amigo». Jamás les saludo antes yo. Porque se que el 85% de ellos me busca por mis actividades en LOCOStv. Algunos de ellos suelen directamente mandar un chat: «hola, ¿Qué tal estás?. Gracias por aceptarme…». A lo que yo respondo siempre: «Gracias por pedirme amistad. Gracias por confiar en mi como tu amigo». Y aquí es donde empieza todo.

¿Por qué sabiendo que el sistema al que critico es capaz de infiltrar a gente en mis actividades, supuestamente para tratar de contrarrestarlas, me pongo a aceptar sin mas a gente que no «va de cara»?

Esa pregunta la hago aquí porque me se de muchos, compañeros de lucha y amigos virtuales, que no aceptan anónimos como amigos. Razones hay. La desconfianza que se genera cuando un país funciona con espías para «vender» a familiares, amigos y conocidos, y obtener beneficios económicos por ello, es más que normal. Pero mi trabajo en las redes sociales, bajo la tutela de LOCOStv, u otros formatos en los que actuó públicamente, tiene como objetivo enviarle un claro mensaje a toda la juventud, y demás edades, que me busquen por la red. Un mensaje que pasa por dejar claro que no tengo miedo de hablar con nadie. Que ¡se extiende a que tampoco le tengo miedo a ninguno. Hasta aquello de que «todo lo que de mi quieras saber, mejor te lo cuento yo». Y es que no me hace falta conocer las historias de todos los que te buscan por alguna razón en particular. E ésta nueva era virtual, lo que importa es de que tu existencia real no sea diferente a tu existencia virtual. Si no, acabarás teniendo que vivir con doble personalidad. Y la doble personalidad jamás pudo ser lo suficientemente FUERTE de cara a una dictadura que se nutre entre otras cosas del «divide y vencerás».

Los que vienen a mi en anónimo, deben encontrar en mi una posición que no es la que les lleva a ellos muchas veces y de manera obligada a mantenerse bajo «capas no deseables». Aquí, tras de mis letras tecleadas, hay un ser humano que no tiene porque rechazar a nadie a nivel virtual, toda vez que su vida real se reduce a gente que verdaderamente vale la pena como personas, y que no alcanzan las cifras extraordinarias que una red social de colma aveces. Dicho de otro modo: En mi vida real no tengo 1450 amigos.

Lo que pasa en el fondo, es de que no puedo ser yo quien impida al anónimo a querer mantener esa versión. Si el anónimo es un «enviado» de la dictadura, entonces conmigo a cara descubierta está descubriendo un formato que siempre funciona. Un formato en el cual yo opino. Y él o ella opinan. Pero al opinar ellos en favor de la dictadura, simplemente me quieren decir de que les ayude a eliminar la tapadera que se les ha impuesto socialmente. y que les obliga a actuar de forma tal que sus propias existencias se reducen a la nada. Son el brazo extendido de la dictadura en las redes sociales. Y yo solo debo poder hacerles entrar en razón con una sencilla muestra de personalidad. «Mira, esto lo quiero hacer así. Así, Así. Para que salga esto, o esto otro. y el resultado que espero es éste…». Si ellos son parte de la dictadura, como es normal que ocurra en estos casos como el de Guinea Ecuatorial, cuando van a dar ese mensaje mío a sus «superiores», lo que hacen es llevarles a sus superiores el fruto de mi personalidad. Que no entiende den vivir escondido para que ellos crean de que somos todos iguales. Un anónimo «dictatorial», que los hay, aprende de gente como yo. Saben de que el futuro jamás podrá ser de ellos. Simplemente porque ellos no existen. El futuro es para gente como yo que les tenemos un enorme respeto en la vida virtual sin conocerlos. ¿Se imaginan qué pasaría si les conociéramos?. No sería solo respeto. Sería hermandad. Y eso, a la dictadura le jode.

Igual que los «enviados», están los que no lo son. Pero razones igualmente respetables, pero complicadas a la hora de inte-ractuar en público, hacen que se identifique sin identidad propia entre los demás. Esos en especial, se les diferencia del discurso. Nadie que sufre de esquizofrenia como por ejemplo esos muchos pobres mentales que defienden a la dictadura públicamente puede permanecer en un anonimato haciendo uso de la razón, la educación y generando confianza, para criticarla en la idea de ganarse adeptos. Si alguien en la dictadura le ha vendido esa idea, pues que sepan que al toparse con alguien como yo, la cosecha es más bien de otro corte. Porque al final, te pueden salir con lindezas. Pero lo que tú ofreces no son lindezas. Son realidades. Y la realidad socio política que tenemos entre manos es la que es: DICTADURA. Así que no pueden haber anónimos que no aprendan de mi. Yo les enseño a ser ellos. Se auto obligan a defender lo que supuestamente no creen. Escriben coas bonitas pensando que lo hacen a modo de «entrarnos». Pero cada palabra bonita que dispongan en mis muros públicos, jamás irá en beneficio de la sin razón del que podría estar usándolos para fines raros. Va en beneficio de una noble actividad que junto a otros muchos compañeros hemos decidido llevar a cabo para tratar de suprimir lo que obliga a muchos hijos de Guinea Ecuatorial viviendo lejos de sus identidades.

Pero sobre todo, viviendo lejos de la mesa en donde ellos mismos escriben sus propias historias.

Unas historias que estamos más que seguros, y afirmamos, de que no empiezan con un rotundo: Me llamo AmoAguineaMásQueAmiMamá. Ni acaban con una foto de un perro, una cara de algún héroe por la lucha de las libertades, o una tía buena con cuerpo para que babeen los hombres. Es triste que tengamos que no confiar en los unos de los otros. Es triste que la única que saca tajada de esas «personalidades perdidas» sea la dictadura. Es triste que no respetemos a la gente que sin querer mostrarse, nos busque porque a lo mejor, en el fondo, quieren aprender a ser nosotros que apostamos por nosotros. Es triste que no podamos enfrentarnos a la dictadura de cara. Es triste que sigamos pretendiendo que la mejor opción es la opción del que no opta. ¿Pero saben qué es lo más triste de todo esto?…

Pues lo más triste de todo esto es de que le tengamos miedo a nosotros mismos. Y sobre todo miedo a lo que somos capaces de hacerle a ésta dictadura si nos diesen una oportunidad real.

Queridos anónimos. No so quiero… OS ADORO.

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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