El presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, aprovechó el contexto del foro internacional de Bruselas para lanzar un llamamiento directo a Paul Kagame, el presidente de Ruanda, buscando detener la escalada bélica llevada a cabo por el grupo rebelde M23 en el este del Congo. La solicitud consiste en que Kagame termine con el apoyo militar a este grupo. Hace ya tiempo que la ONU, así como el consenso de la comunidad internacional, señaló que Kigali, la capital de Ruanda, ejercía el control de las milicias rebeldes del M23.
La rebelión del M23 se encuentra muy activa en el este del Congo y ha provocado la muerte y el desplazamiento de cientos de miles de civiles, además de agravar la situación de crisis humanitaria que se está viviendo en la región. Sin embargo, el presidente ruandés niega cualquier apoyo militar al M23 y defiende que sus operaciones consisten en la autodefensa. Además, tachó de hostil el discurso de Tshisekedi, calificándolo de “teatro político”, aprovechando el contexto internacional para acusar a Ruanda de fomentar la tensión entre ambos países con discursos beligerantes y absolver a RDC de sus propias responsabilidades. Los altos representantes de Ruanda acusan al Congo de haber causado ellos el conflicto y ahora negarse a resolverlo. Mientras tanto, Tshisekedi continua “extendiendo su mano” a Kagame y hablando de “construir la paz entre hombres valientes”.
La solución diplomática del conflicto es compleja y nada apunta a que se vaya a resolver próximamente. En junio de este mismo año, RDC y Ruanda firmaron un acuerdo de paz en Estados Unidos. Sin embargo, su implementación no ha terminado de llevarse a cabo. A su vez, la RDC se ha reunido en numerosas ocasiones con representantes del M23 en Doha, pero ninguna gestión parece llevar a la paz entre ambos bandos.
Fuente: The citizen – Afrik
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