El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado su ofensiva migratoria. Su administración ha suspendido todas las solicitudes de inmigración, ya sea tarjetas de residencia (green cards), procesamientos de ciudadanía o asilo procedentes de 19 países no europeos, varios africanos entre ellos. La medida ha sido anunciada por la agencia USCIS (Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos), y afecta a ciudadanos de países como Afganistán, Somalia, Sudán, Eritrea, Burundi, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Libia, Togo, Sierra Leona o Chad, a los que Trump y su administración han calificado como “de alto riesgo”. Los migrantes que se encuentran en EE. UU. a partir del 20 de enero de 2021 y cuyos países están incluidos en la lista deberán someterse a una reevaluación.
La medida ha ido acompañada de un discurso agresivo contra el continente africano. De hecho, en declaraciones recientes, Trump ha calificado a Somalia como un “país podrido” y a los somalíes como “basura”. Además, se refirió en general a los países del continente africano como “del Tercer Mundo”, afirmando su intención de suspender definitivamente la inmigración desde esos territorios. Este discurso, junto con su estrategia ha sido ya condenada por la comunidad internacional e incluso por funcionarios del propio país.
Además de esta medida, Trump tiene sus esfuerzos centrados en dos colectivos en concreto: los migrantes afganos y los somalíes. Por un lado, acusan a un migrante de nacionalidad afgana de haber disparado a dos soldados de la Guardia Nacional la semana pasada en Washington D.C.; lo que ha llevado a la suspensión de la aprobación de las visas de todos los migrantes afganos. Por otro lado, desde hace décadas, en Minnesota reside una amplia comunidad somalí, concretamente en las llamadas «ciudades gemelas» (Minneapolis y St. Paul), Trump ha acusado a esta población de estar «tomando Minnesota”, justificación que ha usado para poder propagar libremente su discurso contra los somalíes, declarando abiertamente que no los quiere en su país.
De momento, la suspensión ya ha provocado la cancelación o aplazamiento de entrevistas, ceremonias de naturalización y trámites pendientes de muchos migrantes en EE. UU.
Fuentes: Afrik – Africanews
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