Trece de los 40 detenidos que intentaron evadirse de la cárcel durante el intento de motín que tuvo lugar el pasado domingo, en la prisión central de Douala, Camerún, han resultado muerto por los disparos de los guardas de la prisión.
Según las autoridades de la prisión, los prisioneros que se alojaban en la sala de espera de la cárcel, aprovecharon la oportunidad de las numerosas visitas que se produjeron el domingo, para intentar amotinarse y huir de la cárcel.
Los testigos aseguran que los detenidos que se negaron a hacer caso a los guardas simplemente fueron asesinados por éstos, a tiros. Los guardias por su parte se defienden asegurando que no tuvieron otra opción que disparar, ya que “si no se les hubiese disparado, se hubieran escapado de la cárcel un gran número de presos”. Además de los 13 muertos, otros de los detenidos están gravemente heridos, pero ninguno logró escapar.
En los últimos años, se han producido varias evasiones en masa de las cárceles de Camerún. La cárcel central de Douala, construida hace sesenta años, era una casa de castigo durante la época colonial. Ahora, alberga a más de 3.200 presos, cuando su capacidad inicial era para 800 personas.
(African Press Agency, 29-06-08)