La Presidencia de Togo anunció el pasado miércoles 3 de abril la postergación de las elecciones, pero no se ha pronunciado sobre una nueva fecha alternativa para estos comicios que debían celebrarse el 20 de abril. La Presidencia justificó el retraso con el fin de realizar las «consultas» sobre los cambios constitucionales impugnados. El postergación electoral se produce en medio de crecientes críticas y tensiones del nuevo proyecto constitucional y días después de que el presidente Gnassingbé solicite que la ley impugnada se presente nuevamente al Parlamento para una segunda lectura. Los partidos de oposición boicotearon las elecciones anteriores de Togo y están escasamente representados en el parlamento, en consecuencia, el cambio constitucional fue aprobado por el legislativo con un solo voto en contra y una abstención.
La reforma aprobada por los legisladores la semana pasada reemplazó el sistema presidencial por uno parlamentario. La nueva constitución también introduce el cargo de «presidente del Consejo de ministros» que contara con «plena autoridad y poder para gestionar los asuntos del gobierno y rendir cuentas«. La reforma también entrega el poder ejecutivo al primer ministro, reduciendo la presidencia a un papel simbólico. Según el nuevo sistema, el presidente será elegido por el parlamento para un único mandato de seis años, en lugar de ser elegido directamente. El nuevo texto marcará la entrada de Togo en su quinta república, habiéndose producido e el último cambio constitucional en 1992. Los partidos de oposición han rechazado la reforma por temor a que permita al presidente Faure Gnassingbé permanecer en el poder. Faure sucedió a su padre, Gnassingbé Eyadéma, fallecido en 2005, quien gobernó el país con mano de hierro durante 38 años.
Autores: Gloria Aradi
[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]
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