Ocho de los once grupos políticos de Madagascar han iniciado un plan el día 9 de marzo, respaldado por los mediadores internacionales y que está diseñado para terminar con dos años de estancamiento político en la isla del océano Índico.
El plan permite al presidente Andry Rajoelina permanecer en el cargo hasta que se celebren elecciones libres y justas, y se nombre un primer ministro propuesto por los partidos. El Parlamento y la comisión electoral se ampliarán para convertirse en organismos más inclusivos.
Madagascar se sumió en la crisis en 2009. Semanas de protestas, a menudo violentas provocaron que el entonces presidente, Marc Ravalomanana se marchase al exilio a Suráfrica. Con el apoyo de los soldados disidentes, Rajoelina tomó el poder y se convirtió en el presidente más joven de África.
Pero su toma de poder fue considerada un golpe de estado en el exterior del país, y varios países occidentales congelaron la ayuda. La Unión Africana impuso sanciones al presidente y sus aliados.
Ninguno de los tres principales movimientos de la oposición, cada uno de ellos dirigido por los ex presidentes, ha participado en este plan. Sin embargo, el grupo de Ravalomanana ha declarado que apoya el proceso y la mediación de la SADC, aunque todavía está presionando para que se produzcan reformas para reducir los poderes del presidente. “Creemos que hemos dado un paso importante hoy con el inicio de este plan, después de las negociaciones, a veces difíciles”, señaló Leonardo Simao, mediador jefe de la Comunidad de Desarrollo del África Austral, SADC.
“Este documento constituye ahora una base común para la clase política en Madagascar para formar un gobierno inclusivo de transición cuyo objetivo, principalmente y sobre todo, será preparar el país para unas elecciones creíbles, libres y transparentes.
Desde hace tiempo, la SADC ha pedido a Rajoelina que deje el poder y permita el regreso de Ravalomanana, y el bloque del África Austral incluso ha barajado la intervención militar, al principio de la crisis.
Varios acuerdos de reparto de poder impulsados por los mediadores internacionales han fracasado por las amargas disputas entre los rivales malgaches, por los puestos de poder en la isla nación, el mayor productor del mundo de vainilla.
El plan adoptado no incluye una fecha para las elecciones y el mediador jefe ha reconocido que puede ser sometido a cambios, antes de que se pueda presentar la versión final.
(IOL, 10-03-11)