Volvamos al artículo de Christopher NOISSETTE, del 7 de abril 2016 en Info’OGM. En particular este pasaje: «La caída podría haber sido más fuerte en 2015/2016, pero el sector no tenía suficientes semillas convencionales para satisfacer la demanda, de ahí la estimación hecha para los próximos años.”
Este es el plan de abandono progresivo del algodón Bt.
«En Burkina Faso, hay tres compañías de algodón (SOFITEX, y SOCOMA. FASOCOTON). Ellas poseen todas las semillas de algodón del país. Frustrados por la incapacidad de Montesanto para identificar y corregir el deterioro de la calidad, las empresas han establecido un calendario para abandonar progresivamente el algodón Bt y volver a los cultivares convencionales de Burkina Faso”.
El punto culminante del cultivo del algodón Bt se alcanzó en 2014/2015 con el 73% de algodonales transgénicos. Este porcentaje ha pasado al 53% en 2015/2016, y se estima que pasará al 30% en 2016/2017 antes de abandonar completamente las semillas en la campaña 2017/2018. Recordemos que, en su totalidad, las semillas las distribuyen exclusivamente las tres compañías de algodón (Sofitex, Socoma y FasoCoton).
Si el algodón Bt de Montesanto hace perder tanto dinero a las tres sociedades algodoneras y al Estado de Bukina Faso, ¿por qué no se abandonó por completo en el 2015? ¿Por qué no abandonarlo este año? La respuesta es sencilla:
El abandono podría haber sido mayor en 2015/2016, pero el sector algodón no tenía suficientes semillas convencionales para satisfacer la demanda; y aún no tiene suficientes semillas convencionales para abandonarlo por completo este año.
Sí; la respuesta es simple. Pero debemos detenernos en ello, porque revela la amenaza que pesa sobre la totalidad de las semillas de nuestro planeta. Si nuestras tres compañías algodoneras hubiesen continuado sus esfuerzos imponiendo el algodón OGM, este año o en el 2017 nuestras simientes convencionales, de calidad, habrían desaparecido y con ellas la esperanza de encontrar “la denominación de origen Burkina Faso”.
En 2004, Año Internacional del Arroz, la FAO estimó que había aproximadamente 140.000 especies de arroz en el mundo.
Con la revolución verde, el número de variedades de arroz cultivadas en Tailandia, pasó de 16.000 a 37. Y lo que es peor, la mitad de las superficies cultivadas son sólo de dos clases. Esta sombría constatación, invita a «concentrar los principales esfuerzos a regresar a las culturas locales y a los sistemas alimentarios tradicionales, ¡todo está unido!: agricultura, alimentación, salud, economía, energía, política…». Quien dice esto no es ni la Vía Campesina, ni las organizaciones indigenistas, sino la FAO.
Tres multinacional, Syngenta, Monsanto y Dupont-Pioneer controlan el 50% del mercado de semillas. Las dos primeras poseen también una cantidad de variedades protegidas, el 60% de los tomates que se venden en Europa y el 70% de la coliflor. Monsanto y Syngenta, grandes productores de pesticidas quieren vender sus productos por lotes, las semillas con los fertilizantes y los pesticidas adecuados. Además, los grandes seleccionadores utilizan variedades estériles. El efecto perverso de este acaparamiento es, el empobrecimiento del número de variedades y con ello la diversidad genética. «Y el agricultor también se empobrece.
Todo está unido!: agricultura, alimentación, salud, economía, energía, política…
Como ese agricultor tailandés que me decía frente a su campo: «Antes, utilizaba productos químicos… y me endeudé”.»
Me explicó que antes, compraba sus simientes a una gran compañía de semillas junto con los fertilizantes y pesticidas correspondientes. Después, se unió a un grupo de “campesinos investigadores”. Encontraron variedades que no necesitan fertilizantes ni pesticidas químicos. Utilizan fertilizantes orgánicos y pesticidas naturales (a base de carbón de leña) y tiene los mismos rendimientos que con las variedades industriales, pero sin empobrecerse.
Pero, ¿cómo escribir una carta sobre la amenaza que pesa sobre las semillas de los agricultores sin mencionar a Vandana Shiva, una pionera. Lo hago invitándoos a visitar la página Web de Agrónomos veterinarios sin frontera, site d’agronomes vétérinaires sans frontières y a responder a la invitación de Vandana Shiva y de Marc Dufumier.
Sí, ¡todo está unido!: agricultura, alimentación, salud, economía, energía, política…
Documental “La Guerra de las semillas”, « La guerre des graines »
