Doce personas fallecieron, entre ellas un niño de tres años y dos adolescentes, en un tiroteo ocurrido en Saulsville, un suburbio de Pretoria, mientras al menos 14 más resultaron heridas, algunas de gravedad. La policía confirmó que tres hombres armados dispararon de manera indiscriminada dentro de un shebeen, un bar típico de los municipios sudafricanos, que funciona como centro social donde vecinos se reúnen para charlar, escuchar música y relajarse. Aunque estas tabernas son un espacio importante para la comunidad, en los últimos años también se han vuelto escenarios frecuentes de violencia debido a su funcionamiento irregular y a la concentración de personas durante la noche.
El ataque ocurrió en la madrugada del 6 de diciembre, hacia las 4:3, aunque las autoridades no fueron alertadas hasta cerca de las 6:00 a. m. Tras el suceso, se inició un operativo de búsqueda para dar con los responsables, aunque todavía se desconoce el motivo del ataque. Este episodio refleja la situación de inseguridad que persiste en Sudáfrica, uno de los países con mayores tasas de homicidio del mundo fuera de zonas de conflicto, con alrededor de 60 asesinatos diarios. La violencia relacionada con el crimen organizado y los conflictos de pandillas sigue afectando la vida cotidiana de muchas comunidades.
Fuentes: Joburg Etc – Al Jazeera
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