Tienda en la red: My Asho lleva la moda africana al mercado global

25/11/2011 | Crónicas y reportajes

Desde vestidos con una explosión de colores a estampados y formas atrevidas, los diseños afro-centristas han irrumpido en las pasarelas en los últimos años, captando la atención de los amantes de la moda de todo el mundo.

Pero para muchos consumidores internacionales, especialmente aquellos sin acceso a las tiendas dedicadas a las marcas africanas, a veces puede resultar difícil lograr echar mano a la ropa de diseño del continente.

Como resultado, cada día más y más diseñadores africanos están llevando sus líneas de moda a la web, en un intento de llegar a mercados más grandes. Y mientras muchos están abriendo sus propias páginas web, otros confían en las tiendas de internet, que tienen más experiencia navegando en el mercado on-line.

Una de estas historias es la de My Asho, lanzada en junio de 2009, esta boutique con sede en Reino Unido, lleva el trabajo de diseñadores africanos tanto los ya establecidos como otros que son prometedores, dándoles una oportunidad de mostrar sus creaciones a un público más amplio.

Su fundadora Dolapo Shobanjo dice que empezó My Asho –tomado de la palabra en yoruba “Aso” que significa ropa- cuando se dio cuenta de que los diseñadores africanos no estaban obteniendo la promoción que merecen.

“Contacté con los diseñadores más importantes. Hablé con ellos y les pregunté cosas sobre su lucha y lo difícil que es para ellos”, dice Shobanjo. “Así es como empezó en realidad, de manera que la creación una infraestructura creíble es para mostrar a la demanda global de los productos, y eso hará arrancar las producciones”.

Hoy, My Asho almacena una variedad de ropa de mujer, ropa de niños y accesorios de más de 30 diseñadores africanos. Shobanjo dice que tiene mucho cuidado al seleccionar a los nuevos diseñadores, asegurándose de que tienen un alto nivel profesional.

Dolapo Shobanjo, fundadora de My Asho, señala que “estamos muy contentos de añadir nueva gente a la página, pero tenemos que asegurarnos de que los diseñadores que metemos son serios”.

“Hay un montón de gente que dicen ser diseñadores africanos pero es más algo como ‘oh, tengo un sastre que cose muy bien y que puede copiar artículos’, así que tenemos que diferenciar entre los copiones y las personas que hacen esto como hobby”.

Una de las diseñadoras que se presentan en la página es Erzumah Ackerson, que dirige la marca de ropa Bestow Elan. Dice que My Asho es una plataforma ideal para su trabajo, la ayuda a hacer sus creaciones más visibles así como a aumentar la demanda.

“Creo que todavía hay un elemento de inversión que hay que hacer, para que seamos reconocidos en una plataforma tanto internacional como de los principales del gremio, pero creo que My Asho es una plataforma perfecta porque desde que estoy ahí, he tenido un montón de compradores internacionales y he salido en las principales revistas de moda”.

Y a la vez que esta expansión digital está ayudando a crear más demanda, muchos diseñadores africanos ahora tienen que cumplir con el abastecimiento. Titi Ademola, una diseñadora de Ghana, fundadora de la marca de ropa KIKI, dice que el mayor reto para muchos diseñadores es la fabricación. “Te llega un montón de entusiasmo de muchos lugares, pero una vez que tienes un pedido ¿cómo fabricas en grandes cantidades?, explica Ademola.

“Así que, ese es el problema al que me enfrento ahora, intentar centrarme en el control de calidad e intentar asegurar que proporcionas una calidad consistente y prendas de vestir atractivas para otras compañías y otros mercados”, añade.

Con clientes en más de 50 países, el objetivo de Shobanjo es crear un modelo de negocio sostenible para My Asho. Al mismo tiempo, también quiere que su compañía ayude a su continente apoyando las comunidades locales africanas, donde se fabrican las prendas.

Como resultado, Shobanjo da prioridad a trabajar con marcas éticas que muestran un compromiso con prácticas de trabajo justas y creen oportunidades para sus comunidades.

“Estoy apoyando a África, ayudando a crecer y crear puestos de trabajo, pero no voy a decir que tal porcentaje debe ir aquí, porque no creo que eso sea un modelo de negocio sostenible”, explica Shobanjo.

“Creo que es mejor crear principios éticos desde el comienzo y trabajar con los diseñadores que pagan bien a sus sastres, que invierten en ayudar a sus comunidades a crecer y una vez que tú has crecido como negocio, entonces sabes que ellos crecerán también”.

Jacquiline Bondzi

The Chronicle (Ghana)

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster