Es el dictador de un país africano. Corrupto, tirano, poderoso, millonario. Su país, sin embargo, vive en la miseria. Un buen día, este hombre se despierta y se ha convertido, por arte de magia, en un ciudadano corriente y tiene que vérselas con el sistema que él mismo ha creado, con los problemas cotidianos de la Sanidad, la Educación o con la represión y desconfianza que inundan las calles. Este es el argumento de la novela gráfica La Pesadilla de Obi, que ya ha visto la luz en inglés y pronto lo hará en español. Su autor es Ramón Esono y el protagonista del cómic está clara, directa e inequívocamente inspirado en la figura de Teodoro Obiang, líder absoluto de Guinea Ecuatorial desde hace la friolera de 35 años, lo que le convierte en el presidente africano más longevo.
Esono es probablemente el dibujante ecuatoguineano más brillante de su generación. Mordaz, descarado, hilarante, sin pelos en la lengua (¿o habría que decir en la pluma?), directo, hiriente a veces. Su último blog, Las locuras de Jamón y Queso, siempre crítico con el poder, ha sido bloqueado en Guinea Ecuatorial, pero él anda siempre maquinando nuevas iniciativas. “El proyecto La Pesadilla de Obi nace en un bar chino de Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial. Teníamos la esperanza de que al no hablar ni entender castellano, los dueños, todos chinos, no se iban a enterar de las cosas que ahí decíamos”, asegura con sorna
La idea era denunciar los abusos del régimen, las elecciones amañadas, el injusto reparto de la riqueza, el miedo a hablar. Pero hacerlo de una manera original y divertida. «Los cómics no son muy habituales en Guinea Ecuatorial y menos si son dibujados por nacionales. Así que pensamos en este formato con la intención de dibujar al dictador, que genera un miedo extremo, de la forma más ridícula más posible. Está pensado para la sensibilización, para desendiosar a aquel que es percibido como una especie de Dios», explica Esono.
Gracias a una campaña de recogida de fondos por Internet y al apoyo de la organización EGJustice, La Pesadilla de Obi es ya una realidad con los 300 primeros ejemplares en inglés. El siguiente paso es la salida de la obra en español, al menos unas 3.000 copias previstas para el mes de diciembre, para luego enfrentarse al gran reto que supone introducirlo en Guinea Ecuatorial burlando el aparato de censura del régimen. Es por ello que los responsables de esta iniciativa no quieren dar muchas pistas.
Ramón Esono reside en la actualidad en Paraguay, aunque asegura que “puedo volver a Guinea Ecuatorial cuando me dé la gana. Lo que ocurre es que todavía no encontré a nadie de los de dentro (familia, amigos, conocidos) que me aconsejen hacerlo de momento. Según me consta de personas cercanas a mis actividades contra el régimen, los más atrevidos contra mi integridad física me podrían estar esperando para darme una lección, aunque el propio régimen no parece que me tenga muy en cuenta”.
Guinea Ecuatorial acaba de vivir este mes de noviembre la llamada Quinta Mesa de Diálogo Nacional, un encuentro celebrado en Sipopo entre el Gobierno y los partidos que le apoyan y los grupos políticos de oposición, tanto los que se resisten en el interior como los que están en el exilio. En los días previos, el propio presidente Obiang firmó un decreto de amnistía general para presos políticos, aunque sin mayor concreción del mismo lo que le hacía poco creíble. Aún así, los partidos acudieron a un encuentro que, nada más comenzar, se vio interrumpido de forma abrupta cuando buena parte de los opositores decidió abandonar la Mesa de Diálogo debido a la negativa por parte del Gobierno a asumir la legalización de partidos políticos y la liberación de esos presos políticos.
Al final, dos versiones contrapuestas. Mientras el Gobierno y el partido gubernamental aseguran que el diálogo ha sido un éxito y un acontecimiento “histórico, porque ha agrupado a todos los hijos de Guinea Ecuatorial”, desde la oposición se asegura que estamos ante “una nueva farsa” del dictador y de su entorno para tratar de blanquear una dictadura considerada una de las más represivas del continente, según los organismos internacionales de Derechos Humanos. «No puede llamarse Diálogo Nacional a esta reunión en la medida en que ha sido un monólogo intransigente del Gobierno, que actuó como juez y parte en el mismo; la libertad de expresión de la oposición ha sido conculcada; se han eludido los verdaderos problemas políticos, sociales y económicos que afectan al país y que podrían conducir a un estallido social», según un comunicado firmado por CPDS, UP y FDR, que añaden que «no contento con sus 35 años en el poder, el Presidente Obiang ha vuelto a elegir el inmovilismo».
El último informe de Human Rights Watch describe así el estado de cosas: “Guinea Ecuatorial sigue sumida en la corrupción, la pobreza y la represión (…) Los enormes ingresos procedentes del petróleo financian los fastuosos estilos de vida de la pequeña élite que rodea al presidente, mientras que una gran proporción de la población sigue viviendo en la pobreza. Persisten problemas como la mala gestión de los fondos públicos y las denuncias verosímiles de corrupción de alto nivel, así como otros abusos graves, como la detención arbitraria, la detención secreta y los juicios injustos”.
Según la ONG Transparencia Internacional que mide la percepción de la corrupción en todo el mundo, Guinea Ecuatorial se situaría como el duodécimo país más corrupto. De hecho, el hijo de Obiang, conocido como Teodorín, actual vicepresidente segundo del país y con lujosas propiedades en varios países del mundo, se enfrenta a graves acusaciones por blanqueo de capitales y corrupción tanto en Francia como Estados Unidos que le impiden abandonar el país por riesgo a ser detenido por la justicia internacional. Por su parte, Amnistía Internacional pone el acento en “la tortura, el arresto arbitrario de los oponentes políticos y el uso de tribunales militares para juzgar a civiles”.
En este contexto, Guinea Ecuatorial ha vuelto a situarse en la actualidad informativa mundial al convertirse de manera rocambolesca en el país organizador de la Copa de África, el mayor evento futbolístico continental, que comienza el próximo mes de enero. Ello ha sido posible tras la renuncia de Marruecos a acoger dicha competición por miedo a la epidemia de Ébola que en este momento afecta a cuatro países africanos y que ha matado ya a más de 5.000 personas y después de que el presidente de la Confederación Africana de Fútbol, el camerunés Issa Hayatou, se lo haya pedido expresamente al propio Obiang, que no tardó ni un día en responder que sí. Guinea Ecuatorial ya acogió en 2012 esta competición junto a Gabón, lo que le ha permitido contar con la infraestructura necesaria y a punto. Sin embargo, no faltan voces que aseguran que «premiar» a un régimen con tantas carencias en libertades no es la mejor manera de proceder.
Video Departamento de Justicia VS Teodorín
Original en : Blogs de El País . África no es un país