El domingo 27 de junio de 2010, es una fecha señalada en Guinea. Los ciudadanos, pacientemente alineados bajo el sol durante horas, cumplieron masivamente con su deber cívico. Pero más que un deber, el sufragio universal llevado a cabo el día 27 se traduce en la determinación de los guineanos a elegir libremente a sus dirigentes y ejercer un control sobre la gestión de su país. Se celebraron las primeras elecciones democráticas en 52 años.
Según la prensa guineana, si la actitud de la población es digna de obtener felicitaciones, la CENI merece todo lo contrario por tanta desorganización, su falta de experiencia, los malos argumentos que da para justificar ciertas confusiones y errores y su miedo a dar los resultados provisionales de las elecciones.
Después del histórico escrutinio, con una participación del 80 %, la CENI no publicó los resultados provisionales, el martes, día 29, como había prometido, escudándose en explicaciones jurídicas. El encargado de la CENI, Pathé Dieng, declaró que los resultados serán publicados “conforme a la ley”, el artículo 164 del nuevo código electoral, dice que el presidente de la CENI proclamará los resultados provisionales en un periodo de tiempo “no superior a 72 horas después de las votaciones”.
La espera de los resultados está rodeada de tensiones ya que la CENI está siendo muy criticada por 21 de los 24 candidatos, que denuncian un supuesto fraude e irregularidades masivas. Aunque las verdaderas razones del retraso del organismo electoral en la publicación de los resultados no se hayan explicado claramente, parece legítimo pensar que las acusaciones de fraude tienen algo que ver. Pero según Ben Sékou Sylla, el presidente de la Comisión, la CENI no debe reglar los contenciosos. Su única responsabilidad es la de recoger los resultados y presentarlos, los contenciosos se dirigen directamente al Tribunal Supremo que tiene ocho días para recibir reclamaciones y tres días para dar su veredicto. Como todavía no se ha creado un Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo es el encargado de estos contenciosos. El presidente del organismo electoral insiste en que el retraso es debido a problemas logísticos, sin más explicaciones.
Por su parte el Consejo Nacional de las Organizaciones de la Sociedad Civil Guineana, CNOSCG, ha constatado algunas imperfecciones e irregularidades y algunas disfunciones directamente imputables a la CENI. Estas son algunas de ellas:
– Algunos colegios electorales estaban muy lejos de las localidades que debían votar en ellos.
– En el colegio electoral 116 se ha constatado una diferencia de 98 votos entre los registrados y los recontados.
– En el colegio electoral 376, se enviaron a la comisión de centralización de datos dos resultados diferentes.
– En el colegio electoral 90, hubo más votantes que inscritos. (Inscritos 357, votantes 957)
– En uno de los distritos electorales, se señala la utilización incorrecta del material de votación sobrante por parte de los miembros de la mesa de votaciones.
Y destacan algunas llamativas, como la desaparición de algunas urnas durante la noche, para reaparecer a la mañana siguiente. Ante lo que la prensa se pregunta dónde pasaron la noche las urnas, cómo volvieron a sus lugares de procedencia y dónde estaban los delegados de los partidos políticos.
En vista de estas irregularidades y problemas, algunos partidos han pedido la anulación de algunos votos, e incluso la anulación de ciertos centros de votaciones enteros.
Por otra parte, algunos medios han destacado la negativa del presidente de la CENI a permitir a los representantes de los candidatos presidenciales participar en la centralización de los resultados, como claro ejemplo de falta de transparencia.
Otros partidos han convocado ruedas de prensa para pedir calma y serenidad a los ciudadanos.
(Varios medios, Guinea Conakry, 02-07-10)
