Madagascar ha estado luchando desde el día 5 de marzo para calmar la tensión de unos 800 soldados desencantados.
Los suboficiales miembros del ejército de Madagascar están descontentos con los impuestos y sus remuneraciones, que consideran injustos.
El cuartel de la capital, Antananarivo, CAPSAT, ha sido escenario de intensas discusiones con los soldados que protestan. El día 6 de marzo, los suboficiales de otros cuarteles, incluidas las provincias, se unieron a sus colegas de Antananarivo para expresar su enfado.
El presidente, Andry Rajoelina prometió en enero ocuparse de las quejas de los soldados, que ya plantearon hace dos años.
Se han celebrado en la capital reuniones de alto nivel de horas de duración, durante dos días seguidos, pero no se ha llegado a ningún compromiso.
“Debido a limitaciones técnicas, un error distorsionó el cálculo de las tasas que deben deducirse a estos sub oficiales. “Se va a llevar a cabo un nuevo cálculo para mantener la palabra presidencial”, según un comunicado gubernamental publicado el día 6 de marzo por la tarde.
Todos los altos mandos militares liderados por el comandante en jefe del ejército, André Ndriarijaona, están implicados en los intentos de calmar a sus soldados.
(Africa Review, Kenia, 07-03-12)