Tanzania: tras 48 años como nación

26/01/2010 | Opinión

Tras 48 años existiendo como nación, Tanzania debería ser un país plenamente maduro y haber salido del grupo de naciones en desarrollo. Pero, por desgracia, todavía sigue pidiendo ayuda con las manos extendidas a sus hermanos mayores para casi todo lo necesario para supervivencia.

En ocasiones, es preocupante y patético escuchar, después de todos estos años, a algunos dirigentes políticos de este país usando aún el lenguaje empleado en la década de los años 60 contra el colonialismo para culparlo de todo lo que va mal en el país. Es hora de que hagamos oídos sordos a su demagogia y les pidamos que se vayan, porque estas personas no son lo suficientemente visionarios como para ocupar el asiento del conductor a ningún nivel.

La historia está llena de ejemplos de naciones que se han desarrollado enormemente en tan sólo unas décadas tras liberarse de los grilletes del colonialismo. No hay necesidad de mencionarlas ahora, ellos mismos pueden echarse flores. Comparativamente, en Tanzania tenemos muy pocos logros de los que jactarnos y no hay ninguna razón justificable para nuestra complacencia.

Algunos han hablado, entre otras cosas, sobre el desarrollo en la educación, la salud y el transporte. Eso está bien. Pero, ¿cuál es la calidad de los servicios prestados hoy en día en estos sectores? ¿Es satisfactorio y actual? ¿Se ha hecho buen uso de su mano de obra calificada?

Una y otra vez la gente se queja de la gravemente inadecuada planificación de los asentamientos humanos en este país, el mal estado de las carreteras, la mala gestión de los servicios públicos y demás. ¿Debería Tanzania, tras 48 años, seguir pidiendo donaciones para poner orden en su casa o darse cuenta de que está siendo “timada” en los contratos sobre la explotación de sus recursos naturales, como los minerales?

Según un dicho popular, “sólo los tontos pierden siempre”. ¿Les suena esto a los que toman decisiones cuando después de firmar tratos en los que la nación acaba perdiendo miles de millones de dólares, no logran rescindirlos?

Como nación mayor de edad, los tanzanos deben emplear su conocimiento para utilizar y demostrar su patriotismo en todo lo que tenga interés nacional: deportes, comercio, relaciones internacionales y asociaciones llevadas a cabo dentro o fuera del país. Por ejemplo, en vez de permitir que los bancos extranjeros se establezcan aquí, el Gobierno podría ayudar a los bancos locales para consolidar su capital y animarles a aprovechar las oportunidades en los países vecinos.

Lo mismo aplicaría a nuestra educación, salud e investigación, así como la fabricación y las agro-industrias. La nación tendría el derecho de presumir de sus logros, si sus productos y servicios se exportaran con su denominación “Hecho en Tanzania”.

La mayoría de los veteranos de la lucha por la independencia de Tanzania ya han muerto. Les sobrevivió una generación que era joven en 1961 y que apenas tiene un vago recuerdo de las administraciones coloniales. Son los mayores de hoy y en el crepúsculo de su vida, gracias a una ligera mejora de la forma de vida, todavía pueden contribuir al desarrollo del país.

Con una mayor determinación, disciplina y liderazgo efectivo, junto con una reducción de la corrupción administrativa, este país todavía tiene una oportunidad de convertirse en un gran nombre en el mundo, en sólo una década.”

Editorial del día 14 de diciembre de 2009, en El Periódico de Tanzania: “This Day”.

Traducido por Mª Ángeles Aragoneses, para Fundación Sur.

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