Tanzania se enfrenta a un aumento en el número de muertes relacionadas con enfermedades no transmisibles (ENT), después de que un nuevo informe haya dado a conocer que estos datos se han duplicado en las tres últimas décadas.
Las ONGs HelpAge International y Global AgeWatch han publicado un informe titulado “El derecho a la salud y el acceso a la cobertura universal de salud para las personas mayores” en el que se muestra cómo las muertes relacionadas con las ENT se han duplicado entre 1990 y 2015. El informe ha relevado que en 2016 las ENT en Tanzania suponían alrededor del 33% de las muertes, y la proporción de ENT en el total de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD o DALYs por sus siglas en inglés) ha pasado de ser el 19% en 1990 al 34% en 2015.
Previsiblemente, la literatura muestra que el impacto de las ENT en Tanzania es desproporcionadamente alto en las personas que superan los 50 años. The Citizen Tanzania informa que “del mismo modo que los beneficios del crecimiento económico general en Tanzania no han sido distribuidos de manera igualitaria a través de los grupos sociodemográficos y por edad, el estado de salud y el acceso a los servicios de sanidad también han sido distribuidos de manera desigual”.
Según los descubrimientos, la población de avanzada edad experimentaba grandes obstáculos en relación a la disponibilidad, accesibilidad y aceptabilidad de servicios de salud de buena calidad. Esto tiene lugar a pesar del largo historial de compromiso político del gobierno hacia los servicios sanitarios para sus ciudadanos, el cual data de los años 60, y a pesar de políticas e importantes reformas recientes.
En el informe se recalca que el sistema sanitario de Tanzania necesita adaptarse a estos cambios epidemiológicos y abordar las desigualdades en el acceso para asegurar que los ciudadanos más mayores tengan asegurado su derecho a la salud. El acceso a la cobertura sanitaria universal (UHC por sus siglas en inglés), prioridad mundial de la Agenda 2030 de la ONU y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es un elemento clave en la realineación de los sistemas sanitarios para garantizar el derecho a la salud de los sectores mayores de la población.
Los descubrimientos muestran que, por ejemplo, casi dos tercios de los ciudadanos entre los 50 y los 64 años de edad nunca han sido examinados para detectar una presión arterial alta, desigualdad en la que la población masculina también se ve más afectada que la femenina. La mayoría (87%) de la población en este grupo de edad nunca se ha realizado un test del nivel de glucosa en sangre. Pruebas cualitativas obtenidas en Dar es-Salaam muestra que algunos de los obstáculos a los que se enfrenta la población más vieja responden a la falta de remuneración adecuada, mala provisión de salud en instalaciones de nivel inferior y falta de respeto del propio personal sanitario.
Esto se aplica al resto del país, especialmente en áreas rurales, donde la mayoría de la población de avanzada edad vive y donde la accesibilidad está obstaculizada por factores económicos e infraestructuras deficientes. Además del lugar de residencia, la educación también es un factor de exclusión. Los exámenes de la presión arterial y diabetes son mucho menos frecuentes en aquellos ciudadanos que no han recibido una educación, viven en áreas rurales o con bajos ingresos. La mayoría de la población vieja y rural (92,8%) nunca han sido sometidos a pruebas de diabetes, un porcentaje que baja hasta el 68,8% para aquellos que viven en áreas urbanas.
Con relación a los seguros sanitarios, aquellos en posesión de un título universitario son 11 veces más propensos a tener contratado un seguro que aquellos sin educación (59% y 5,4%, respectivamente). También hay desigualdades de género en este aspecto: mientras que hay más hombres que mujeres que cuentan con un seguro médico (12,7% y 10,6%, respectivamente), las mujeres son más propensas a acceder a los servicios. Por ejemplo, un poco menos de la mitad (43,7%) de las mujeres han sido sometidas a pruebas de hipertensión, comparado a alrededor de un cuarto (25,8%) de los hombres.
Fuente: The Citizen Tanzania
[Traducción y edición, Ángela Martínez Pradas]
[Fundación Sur]
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