TANZANIA. ¿Por qué persiste la fístula entre las mujeres rurales?

5/02/2009 | Crónicas y reportajes

Un estudio llevado a cabo recientemente en las regiones de Ruvuma y Shinyanga de Tanzania muestra que las complicaciones de la fistula están aumentando en las comunidades rurales, ya que la mayoría de los residentes tienen poco o ningún conocimiento sobre la enfermedad.

La fístula sigue siendo uno de los problemas entre las mujeres embarazadas a pesar de los esfuerzos por reducir en índice de mortalidad por esta causa, según este informe elaborado por “Women’s Dignity”, el pasado mes de noviembre.

“La mujeres tienen que caminar largas distancias para acudir a los centros de salud, obligando a que algunas de ellas den a luz por el camino. Estas madres también son asistidas de forma antihigiénica, o mueren antes de llegar al hospital.

“La fistula es un problema que mayormente afecta a mujeres en zonas rurales, donde las mujeres no tienen acceso a los servicios de salud, mientras que la ignorancia y las tradiciones prevalecen sobre el sentido común, según Christine Mulandwa, la directora de “Women’s Dignity”.

Muchas mujeres son aisladas por sus familias y sus comunidades, e incluso tienen prohibido utilizar el transporte público por el olor causado por la enfermedad.

Pero algunos hombres todavía creen que tener un gran número de hijos es una señal de salud y apenas saben que muchos partos son una causa del incremento de complicaciones por la fistula.

Inconscientes de que su problema puede ser arreglado con una operación, o del hecho de que los síntomas de la enfermedad se pueden aliviar con algo tan simple como ropa interior de algodón, con plástico y una esponja absorbente metida dentro, pasan meses incluso años escondidas y avergonzadas.

Las estadísticas del gobierno de Tanzania muestran que sólo el 94 % de las mujeres embarazadas acuden a clínicas prenatales. Fuera de esto, sólo el 46 % de ellas dan a luz con seguridad y el resto sucumbe a complicaciones con fistula.

La doctora Christine Sanga, vice directora, del departamento del ministerio de Salud reproductiva e infantil atribuye en aumento de la muertes maternales en el país a la fistula. “La mortalidad maternal es de 578 por cada 10.000 nacimientos, y la mortandad de neonatos es de 32 de cada 1.000 nacimientos”, señala.

La doctora asegura que las causas directas de mortalidad maternal incluyen la hemorragia obstétrica, obstrucción al trabajo, hipertensión, septicemia y complicaciones con aborto.

Según la Organización Mundial de la Salud, dos millones de jóvenes y mujeres por todo el mundo viven con fístula, casi todas ellas en países en desarrollo.

La ONG Fundación para la Fístula, estima que cada año aparecen 100.000 nuevos casos en todo el mundo, pero sólo 6.500 mujeres son tratadas debido a la falta de dinero y médicos.

Se calcula que dos millones de mujeres y niñas viven con fistula obstétrica en todo el mundo, pero todavía la fístula es uno de los temas más abandonados en cuanto a la salud y los derechos de las mujeres.
La fistula devasta vidas, causando que las mujeres, en la mayoría de los casos, pierdan sus bebés y que vivan con la humillación de perder orina y/o heces constantemente.

La fístula también afecta a familias: La carga financiera de pagar el tratamiento y el transporte a los hospitales, junto con la pérdida de un miembro generador de beneficios, supone una importante presión sobre las familias de las niñas y mujeres que viven con fístula.
Las familias también sufren estrés y preocupación por el impacto de la fístula sobre la mujer o la niña.

Examinar la fístula desde la perspectiva de las niñas y las mujeres que viven en esas condiciones proporciona una prueba vital de cómo los servicios de salud y el sistema social a menudo no logran cubrir las necesidades básicas de las mujeres.

La fístula afecta a las niñas y mujeres de todas las edades, tanto en el primer embarazo como en los posteriores.

La edad media de las mujeres incluidas en el estudio llevado a cabo sobre la fistula es de 23. La mitad de las mujeres tenían 19 años o menos cuando les afectó la fístula.

Además, alrededor de la mitad de ellas estaban en su segundo embarazo o uno posterior al segundo. Los servicios de cuidados prenatales, aunque están ampliamente disponibles y son utilizados, son inconsistentes e inadecuados.

La mayoría de las mujeres en el estudio acudieron a los servicios de cuidados prenatales, casi todas ellas al menos dos veces, pero los servicios que recibieron eran inconsistentes e inadecuados y diferían enormemente de las pautas del ministerio de Salud.

La falta de preparación para el parto, incluyendo información básica sobre el parto y la toma de medidas para “los tres retrasos”, incrementan el riesgo de fístula obstétrica.

Según el reciente estudio elaborado por “Women’s Dignity”, casi todas las mujeres y chicas del estudio que comenzaron a tener contracciones del parto en sus casas, hicieron al menos un intento de obtener cuidados apropiados, y la mayoría tuvo que enfrentarse a múltiples retrasos para alcanzar las instalaciones con los servicios necesarios.

La falta de acceso a una cesárea de emergencia supone una gran amenaza para las vidas de las mujeres. Para las niñas y las mujeres del estudio, las barreras más importante, citadas por ellas, para llegar a los centros de dedicados al parto, eran la falta de dinero y la larga distancia hasta el hospital.

Polycarp Machira

(IPP Media, Tanzania, 29-01-09)

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