Tanzania pierde 50.000 animales salvajes cada año por la caza ilegal, según ha declarado el presidente Jakaya Kikwete, quien ha asegurado que esta cifra es demasiado alta y amenaza la sostenibilidad de los recursos naturales del país. “Debemos contener esta tendencia, o si no nos vamos a quedar sin el Serengueti ni el Ngorongoro”, manifestó Kikwete durante una cena de beneficencia para recaudar fondos, organizada por la Fundación de Conservación de la Vida Salvaje de Tanzania, WCFT, en Dar es Salaam.
Kikwete aseguró que el gobierno hará efectivos diversos esfuerzos para ayudar a la conservación de la vida salvaje, que es fundamental para el crecimiento económico y un medio de vida para los habitantes de las zonas rurales.
El apoyo a la conservación de la vida salvaje, según el presidente, “es importante no sólo para la generación actual, sino también para las venideras”. Añadió que el gobierno sólo no puede gestionar adecuadamente la vida salvaje sin el apoyo del sector privado y las organizaciones no gubernamentales.
Por su parte, la ministra de Recursos Naturales y Turismo, Shamsa Mwangunga, dijo que a pesar del enorme compromiso de guardar grandes extensiones de tierra para la conservación de la vida salvaje, el sector se enfrenta a problemas de gestión, como por ejemplo la caza ilegal y la invasión de las áreas de conservación.
El sector, según ella, también adolece de equipamiento insuficiente e instalaciones, así como de personal insuficiente y sin formación.
La ministra dijo que por estas limitaciones la población salvaje se ha visto reducida significativamente, se ha perdido hábitat y se han bloqueado corredores de las rutas de migración salvaje.
En la cena se recaudó un total de 260 millones de chelines tanzanos, unos 200.000 euros.
Tanzania tiene 12 parques naturales, 31 reservas de caza y 38 cotos de caza controlada.
Más del 30 % de la tierra del país está dedicada a la conservación de la vida salvaje. La industria del turismo supone el 17 % del producto interior bruto.
(IPP Media, Tanzania, 12-12-08)