Swissleaks . Secretos y escándalos africanos

16/02/2015 | Crónicas y reportajes

Los fondos privados de la familia real marroquí, la exportación de ‘diamantes de sangre’ o del coltán congoleño, el acuerdo de armas en Sudáfrica, son algunos de los ‘temas’ africanos que conducen a cuentas abiertas en la filial suiza del banco HSBC y descubiertos en el marco del llamado escándalo ‘Swissleaks’.

Entre las personalidades que entre el 9 de noviembre del 2006 y el 31 de marzo del 2007 habrían confiado al banco 180 mil millones de dólares, presumiblemente frutos de la evasión fiscal, el actual rey de Marruecos Mohammed VI es el más destacado en África. Lo que atrajo la atención no son tanto las sumas depositadas en la cuenta que comparte como titular con su secretario privado, Mounir El-Maijdi (que llegaron a un máximo de 7,9 millones de euros), sino el hecho de que para abrir una cuenta en el extranjero un ciudadano marroquí necesita de la autorización explícita del gobierno. El nombre de Fouad Filali, otro ciudadano marroquí y anteriormente pariente del rey (estuvo casado con Lalla Meryem, hermana del soberano) aparece en una investigación por lavado de dinero iniciada en París en 1999. Filali niega las acusaciones, al igual que la posesión de más de 11 millones de dólares en el HSBC.

Entre los africanos de la lista Falciani (la lista que hizo estallar el escándalo), hay numerosas personalidades relacionadas con el comercio de diamantes, incluso provenientes de las zonas de conflictos armados. Abdoul-Karim Danzoumi –señalado como titular de una cuenta de 410.000 euros– vive en Anvers, Bélgica, y es propietario de BADICA (Bureau d’Achat de Diamante en Centrafrique), la mayor empresa diamantífera con sede en la República Centroafricana. Expertos de la ONU pidieron que la empresa sea sancionada, acusándola de haber apoyado financieramente a la coalición rebelde Séléka.

También está relacionado con las piedras preciosas –entre los que incluye la lista Falciani– el nombre de Beny Steinmetz, un hombre de negocios israelí que tiene grandes intereses en el sector diamantífero, pero que según la revista Forbes también estuvo implicada en la turbia adquisición de la mina de hierro de Simandou, en Guinea Conakry, requisada por el entonces ‘hombre fuerte’ del país, Lansana Conté, al gigante minero estadounidense Rio Tinto y luego cedida gratis al magnate israelí.

También es israelí Dan Gertler, que junto a Steinmetz comparte no sólo la nacionalidad y su inclusión en el escándalo Swissleaks, sino también el interés por el sector minero. En el pasado incluso tuvo durante algunso años el monopolio del comercio de diamantes en la República Democrática del Congo, un privilegio obtenido a cambio de apenas 20 millones de dólares, hasta que el gobierno de Kinshasa decidió anular el contrato.

Es apodada ‘la reina del coltán’ una de las figuras femeninas más controvertidas que incluye la lista Falciani: Aziza Kulsum ‘Gulamali’ (que sin embargo niega tener este último nombre). En efecto, los negocios de esta mujer de 71 años han estado ligados a lo largo de los años sobre todo al mineral utilizado masivamente en la industria electrónica y que abunda en el este de la República Democrática del Congo. Sin embargo, según un informe de la ONU, sus intereses iban mucho más allá.

“Aziza Kulsum Gulamali –dice un documento publicado el 13 de febrero del 2003– es un caso particular entre los principales agentes implicados en la explotación ilegal de los recursos naturales de la República Democrática del Congo”. Los expertos de las Naciones Unidas afirman que ha proporcionado “fondos y armas” a los rebeldes ugandeses en los años noventa y luego entró al servicio del gobierno de Ruanda, que la nombró directora de la Societé Minière des Grands Lacs (Sociedad Minera e los Grandes Lagos). Ya implicada en un proceso por lavado de dinero en Suiza en el 2002, Aziza vio evaporarse las acusaciones de aquel caso y los cargos legales le fueron resarcidos.

Otras cuentas mencionadas en el escándalo Swissleaks también están más o menos asociadas a las armas. Una, afirma el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, International Consortium of Investigative Journalists) que dio a conocer las informaciones, tiene como titular a la Katex Mines Guinée. Se trata de una empresa a través de la cual el ministerio de Defensa de Conakry ha abastecido de armas a los rebeldes liberianos, según informa un documento de las Naciones Unidas del 2003.

Público, pero muy discutido, ha sido el llamado Arms Trade Deal (Acuerdo de Comercio de Armas), la serie de acuerdos que el gobierno democrático sudafricano firmó en 1997, por un total de decenas de miles de millones de rand con varias empresas extranjeras. Actualmente una comisión parlamentaria está indagando sobre los cargos, presentados hace años, de corrupción contra numerosos altos integrantes del gobierno. Fana Hlongwane, cuyo nombre aparece en las indagaciones sobre el escándalo sudafricano que incluye la lista Falciani, era asesor del ministro de Defensa de esa época, Joe Modise.

Finalmente, aunque sólo han aparecido en la prensa internacional algunos nombres, los países implicados en Swissleaks han sido muchos más, tal como ha notado el portal informativo Guinée Conakry Infos, poniendo bajo los reflectores una consecuencia poco destacada de la exportación de capitales: estas revelaciones, dice un artículo del sitio, nos llevan al corazón de la problemática de desarrollo de África, despojada de sus riquezas en provecho de países extranjeros”.

Fuente: MISNA

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