Suráfrica: Casado con una multitud

8/01/2010 | Opinión

La perspectiva lo es todo, le dijo el búho al gatito. Se ha producido un gran furor entorno al preZ * (Sí, esa Z tiene sentido) y su quinta boda. No sé muy bien por qué. No parece que haya una gran diferencia entre él y la mayoría de los hombres de negocios de Johannesburgo en el número de matrimonios que se anotan, sólo en el número de divorcios.

¿Por qué estamos criticando a Zuma sólo porque no cree en el divorcio? (De acuerdo, excepto aquella vez…)**. Por el amor de dios, hombre, probablemente sea Católico. Ciertamente tiene gustos católicos (¡para mujeres! ¡No para niños! (la “c” minúscula es importante), y yo, por ejemplo, le aplaudo por aferrarse a sus armas.

Ah, cultura. Es una excusa para tantas cosas. Raza, género y clase son sólo cartas particulares en la mano ganadora que es la cultura de la Escalera Real. Odio la cultura.

Pero volviendo a la perspectiva. No puedo ver gran diferencia entre casarse con cinco mujeres y casarse con una. El líder del partido Demócrata Cristiano, y actual presidente de la Alianza Demócrata Cristiana, un tal Theunis Botha, lo hace. “La boda tradicional del presidente Jacob Zuma, con una mujer con la que al parecer ya tiene tres hijos, y la alarmante vuelta al culto a los ancestros es un enorme paso atrás hacia épocas oscuras”, dijo el líder del CDP, el Reverendo Theunis Botha.

Por supuesto, un paso atrás hacia Épocas Oscuras, que creo que son oscuros tramos de la Edad Media, vendría a significar que la religión de Zuma es mucho más moderna que el particular tipo de culto a los ancestros del propio buen reverendo, el cual intuyo que es el Cristianismo. Eso, creo, empezó a existir como un culto religioso judío de locos en los años de antes de Cristo.

Me vienen a la mente algunas de las críticas que sufrimos por un video que hicimos el mes pasado, presentando entrevistas con el jefe de la Cienciología en Suráfrica. Uno o dos lectores se sintieron ofendidos porque tratamos a la cienciología como una religión “real”, en lugar de presentarlos como charlatanes.

Es una perspectiva que yo no comprendo. Seguramente TODAS las religiones sean demenciales por igual. Unas creen que los alienígenas vinieron a la tierra y nos crearon, algunos creen que su dios puede convertir el agua en vino, y algunos creen que serán mimados por 72 vírgenes con “apetitosas vaginas” en el paraíso, y que sus erecciones serán eternas en el cielo. ¿De verdad que tenemos que calificar la demencia de todos estos?

Volviendo a las alegres nupcias de Zuma en Nkandla: ¿hay alguna diferencia significativa entre tener tres mujeres (estoy contando sólo las que están en activo) y tener una? Bueno, pues sí: es mucho más caro, me imagino. Y ya que la mayor parte del dinero de Zuma parece provenir de los contribuyentes por una vía u otra, y ya que al parecer ya se está construyendo un harén de 65 millones de rands en Nkandla, en gran parte pagado por nosotros, no debemos perder de vista sus gastos maritales.

Pero acusarle de ser diferente a los monógamos y afirmar que las religiones tradicionales africanas son primitivas, comparadas con el cristianismo, es ridículo.

La monogamia y el cristianismo son sencillamente tan responsables de abusos, creencias disparatadas, y, menos mal, constantes reinterpretaciones, como la poligamia y el culto a los ancestros. Si se argumenta contra uno de estos, por lógica, se debe incluir también al otro. Los internos de un hospital psiquiátrico pueden discutir todo lo que quieran sobre cuál de ellos es el verdadero Napoleón, pero en esencia, todos ellos llevan el mismo sombrero de tres picos.

Chris Roper

• Puedes ver más de Chris Roper en Twitter @ChrisRoperZA, o visitor su blog www.chrisroper.co.za

Artículo publicado en Mail & Guardian, de Suráfrica, el día 05 de enero de 2010.

* Juego de palabras entre un diminutivo comúnmente utilizado para referirse al presidente en inglés, “pres” o “prez”, dependiendo de las zonas, y la Z de Zuma, el apellido del presidente de Suráfrica.

** Zuma está divorciado de su primera esposa, Nkosazana Dlamini-Zuma, reputada ministra desde 1999. Se casaron en 1972 y se divorciaron en 1998.

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