Suecia anunció hoy una inversión adicional de 42 millones de dólares para la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR) en un esfuerzo por transformar las vidas de millones de personas en África Oriental y Meridional. La financiación está disponible a través de la Estrategia de Suecia para la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR) en África 2022-2026.
La inversión reforzará los esfuerzos existentes de cuatro agencias de las Naciones Unidas (ONUSIDA, UNFPA, UNICEF y la OMS) para apoyar a países y entidades regionales en África Oriental y Meridional para reducir la mortalidad materna, incluido el aborto inseguro, el VIH y las infecciones de transmisión sexual (ITS), la necesidad de anticonceptivos y la violencia de género (VBG). La inversión eleva a 99 millones de dólares el monto total comprometido por Suecia desde 2018.
La directora regional de ONUSIDA, Anne Githuku-Shongwe, la directora regional de UNFPA, Lydia Zigomo, el director regional de UNICEF, Mohamed Fall, y el director regional de la OMS, Matshidiso Moeti, declararon: “Estamos orgullosos de que cuatro agencias de la ONU que trabajan juntas hayan creado un movimiento regional de gobiernos, sociedad civil y socios para el desarrollo comprometido con mejorar la salud y los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas en África Oriental y Meridional utilizando un enfoque integrado. Esta inversión de Suecia permitirá que esta asociación concluya los asuntos pendientes y acelere la consecución de las metas de SDSR de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
A pesar de los avances logrados hasta la fecha es poco probable que la región garantice el acceso universal a SDSR para 2030 sin un esfuerzo concertado. En diferentes lugares de la región mueren, por causas prevenibles, demasiadas mujeres embarazadas. Una de cada cinco mujeres en la región que necesita usar anticonceptivos modernos no los está usando, siendo las adolescentes y mujeres jóvenes las que tienen la mayor necesidad aún no satisfecha, lo que resulta en altos niveles de embarazos precoces y no deseados.
El VIH sigue siendo la mayor amenaza individual para la salud sexual y reproductiva de las personas, con cerca de 670 000 nuevas infecciones por el VIH ocurridas en la región en 2021, de las cuales una cuarta parte fueron entre adolescentes y mujeres jóvenes. Y una de cada seis adolescentes y mujeres jóvenes habrá sufrido violencia de género antes de los 19 años.
Los datos de ONUSIDA subrayan la necesidad urgente de una acción inmediata para abordar el devastador impacto del SIDA entre las adolescentes en el África subsahariana. Desde 2021, la asombrosa cantidad de 4.900 niñas jóvenes se infectan con el VIH cada semana, lo que pone de relieve una crisis de proporciones monumentales.
En una región ya agobiada por los desafíos del VIH/SIDA, la frecuencia con la que nuestras niñas adquieren el virus es profundamente preocupante. Las cifras hablan por sí solas: el 82 % de las adolescentes y mujeres jóvenes recién infectadas en 2021 provienen de África subsahariana, incluidos dos tercios de África oriental y meridional.
El progreso continúa siendo obstaculizado por barreras estructurales, sociales y del sistema de salud. Las leyes restrictivas y las prácticas tradicionales y culturales dan lugar al estigma y la discriminación, que limitan la capacidad de las personas para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos.
Los desafíos de los sistemas de salud, que incluyen inadecuadas inversiones domesticas en salud, infraestructura deficiente, desabastecimiento de productos y suministros esenciales y limitado personal calificado, continúan socavando los resultados de salud de la población en toda la región. Muchos países se están volviendo cada vez más vulnerables a las conmociones humanitarias, socioeconómicas, geopolíticas y del cambio climático, y sus sistemas de salud no están preparados adecuadamente para responder a dichas conmociones y crisis.
El embajador Hakan Juholt declaro que “Suecia se compromete a trabajar junto con nuestros socios para garantizar que ninguna persona se quede atrás. La realización de la salud y los derechos sexuales y reproductivos es una prioridad para nosotros y para todo el grupo Team Europe. Estamos entusiasmados de que esta impresionante inversión en el Programa 2gether 4 SRHR se alinee con la Agenda AU 2063 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este proyecto es una prueba de que, a través de la colaboración, tenemos la capacidad de cambiar nuestro futuro para mejor”.
El apoyo continuo de Suecia permitirá que el programa 2gether 4 SRHR acelere los esfuerzos para lograr el acceso universal a SRHR. Esto se logrará apoyando leyes y políticas que empoderen a las personas para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos y asegurando que puedan acceder a servicios de SDSR de calidad, integrados y centrados en las personas y que satisfagan sus necesidades, incluso en tiempos de crisis. Con un enfoque integral de SDSR, se identificarán y abordarán las normas sociales y culturales que generan el estigma y la discriminación que impiden los derechos, la salud y el bienestar de las personas.
Nota para el editor:
Durante los últimos cuatro años, Suecia ha invertido 56 millones de dólares en el programa 2gether 4 SRHR. Esta inversión ha apoyado a socios regionales y nacionales para desarrollar leyes, políticas y estrategias y abogó por mayores inversiones nacionales en SDSR. Si se llevan a cabo, estas inversiones permitirán a los 633 millones de personas que viven en la región -la mayoría de los cuales son jóvenes- ejercer sus derechos a la autonomía corporal, decidir libremente si tener y cuándo tener hijos, desarrollar todo su potencial y contribuir al desarrollo socioeconómico de la región.
Doce países recibieron apoyo para brindar servicios de SSR integrados y de calidad con resultados, mostrando una mayor aceptación de los servicios de SDSR. En cinco países las mujeres que accedían a los servicios de violencia de género tenían más probabilidades de recibir TAR para prevenir el VIH y recibir anticoncepción de emergencia para prevenir embarazos no deseados.
En seis países las mujeres que accedían a los servicios integrales de atención del aborto de acuerdo con las leyes de su país tenían más probabilidades de hacerse la prueba del VIH y de ITS y recibir información, asesoramiento y anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados. Cinco países informaron de un aumento en el número de mujeres que acceden a los servicios de anticoncepción y se someten a pruebas de detección del VIH y las ITS. La mayoría de países contribuyeron con éxito a los objetivos de VIH 90-90-90, asegurando que el 90 % de las mujeres embarazadas se hicieran la prueba del VIH y las ITS.
El programa aprovechó la eficacia de los enfoques basados en la comunidad, como madres mentoras y trabajadores comunitarios de la salud, para minimizar la interrupción de los servicios esenciales de SDSR, en particular el uso de anticonceptivos, y garantizar que las personas que viven con el VIH pudieran recibir los servicios.
Las lecciones mostraron que brindar un paquete integrado de servicios para las personas no solo mejora la aceptación de los servicios, sino que también reduce los costos de transporte, los tiempos de espera y la congestión, y mejora la retención de los usuarios.
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)
[Traducción, Jesús Esteibarlanda]
[CIDAF-UCM]