El canciller sudanés Ali Karti definió la reunión entre el presidente Omar Hassan al Bashir y su par ugandés Yoweri Museveni, durante la cumbre de la Unión Africana, que terminó ayer en Adís Abeba, como “un encuentro franco y amigable”. La noticia de la reunión entre los dos Jefes de Estado, la primera en diez años, se difundió rápidamente en la prensa regional y africana, que habló de “deshielo” en las relaciones entre Uganda y Sudán.
Desde hace años, los dos gobiernos se acusan mutuamente de apoyar a los grupos rebeldes presentes en el territorio del otro: Uganda acusa a su vecino de armar el Ejército de Resistencia del Señor (LRA) de Joseph Kony, que también está activo en la República Centroafricana, Congo y Sudán del Sur, mientras que Sudán critica el apoyo y la hospitalidad que ofreció Uganda a los líderes del Movimiento Popular de Liberación Sudán-Norte (SPLM -N), que fue protagonista de la rebelión en las regiones meridionales del Nilo Azul y Kordofán del Sur.
Ali Karti admitió que “no creo que estemos en condiciones de decir que hemos encontrado una solución al problema, pero sin duda hubo progresos”. El canciller agregó que los dos líderes se comprometieron a “cesar toda actividad hostil” con el vecino.